¿ V I V I R P A R A T E N E R O T E N E R P A R A V I V I R ?
Por Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor
Domingo 05 de agosto de 2007. 1 y 15 p. m.
Maracaibo.Estado Zulia.República Bolivariana de Venezuela.América del Sur
El título del presente artículo es un dilema o disyuntiva existencial. Todos y cada uno de nosotros se ha hecho en alguna oportunidad esa pregunta: ¿ VIVIR
En las lecturas de la eucaristía del día domingo 5 de agosto de 2007, aparecidas en la hojita: Domingo Día del Señor,, encontraremos la respuesta a la pregunta contenida en el título de estas reflexiones . Ella se relaciona primeramente con nuestra actitud y en segundo término con el resultado de esta, y la proyección del resultado de esa actitud. Obviamente que la respuesta correcta a la pregunta formulada en el título, es: " tener para vivir". La primera hipótesis: " vivir para tener" conduce al ser humano a la esclavitud social, económica, moral y de otros tipos. La persona que haga de su vida " el tener" va perdiendo día con día, un poquito más de esa humanidad, sensibilidad humana, solidaridad y justicia que el Señor nos ha regalado consustanciadamente con la vida. Estos dones son indisolubles e inexcluyentes de la vida misma. Por ello cuando torcemos esas características, las desnaturalizamos y las modificamos para dedicar nuestros ciclo existencial a la tarea de atesorar riquezas , bienes, fortuna y demás cosas para "garantizarnos una vida feliz, alegre y abundante en placeres, confort, bienestar y lujos"; no estamos haciendo otra cosa que hundirnos en la esterilidad, en la vaciedad y consecuencialmente distanciándonos abismalmente de Dios. Pero realmente lo importante, verdadero, justo, trascendente y natural, es aquello que se relaciona más con “ el tener para vivir antes que vivir para tener”. Nosotros los seres humanos, estamos obligados a vivir una vida en plenitud, y esto significa que debemos poner nuestro corazón en los bienes del cielo, no en los de la tierra, del mismo modo debemos buscar lo bienes de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios , ya que nosotros hemos resucitado con Jesucristo. Por ello no debemos preocuparnos por amontonar riquezas en la tierra, ya que estas no nos servirán de mucho, o mejor dicho, no nos servirán de nada cuando, llegada la hora de nuestra muerte, debamos rendir cuenta de nuestros actos a nuestro Dios. Fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, es decir con una imagen igual a Dios, y semejante a él, con esto último ,lo que la palabra de Dios nos enseña es que poseemos su misma naturaleza, de manera que la virtud, la bondad, el amor, la solidaridad, el perdón, la luz, la paz, la pureza y todas las actitudes, cosas y situaciones vinculadas al bien, forman parte igualmente de nuestra naturaleza y de nuestros ser .Tal y como nos enseña San Pablo en su carta a los Colosenses: " Puesto que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios. Pongan todo el corazón en los bienes del cielo, no en los de la tierra, porque han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, vida en ustedes, entonces también ustedes se manifestarán gloriosos juntamente con él. Den muerte, pues, a todo lo malo que hay en ustedes: fornicación, la impureza, las pasiones desordenadas, los malos deseos y la avaricia , que es una forma de idolatría. No sigan engañándose unos a otros; despójense del modo de actuar del viejo yo y revístanse del nuevo yo, el que se va renovando conforme va adquiriendo conocimiento de Dios, que lo creó a su propia imagen. En este orden nuevo ya no hay distinción entre judíos y no judíos, israelitas y paganos, bárbaros y extranjeros, esclavos y libres, sino que Cristo es todo en todos. " (Colosenses 3, 1-5, 9-11)
Del extracto de la palabra del señor transcrito anteriormente, se evidencia que la actitud correcta frente a la vida, en el aspecto de las riquezas, fortuna y poder, lo más importante es el trabajo en función del bienes celestiales, que son los bienes duraderos, que son con los cuales nos vincularemos en la vida eterna. No serán los bienes terrenales los que llevaremos, cuando nos toque partir de este mundo. Eso bienes se quedarán y a pesar de nuestros deseos podrían--- casi siempre es así--- ser disfrutados aún por aquellos que nada hicieron para materializarlos o lograrlos, o mil veces peor para ti : los disfrutarán algunas personas que no fueron destinatarias de nuestros afectos y querencias , y que por el contrario, fueron rechazadas por nosotros, bien por su flojera o por sus malas artes o actitudes. Entonces amigo y amiga lectora, si nos detuviésemos a reflexionar solamente algunos minutos, bastarán para entender y comprender, que los bienes materiales son incapaces de ofrecernos la verdadera alegría y, paz y felicidad, y mucho menos son capaces de llenar el vacío de la existencia de Dios en nuestro corazón. Los bienes materiales solamente pueden generar una “ felicidad “ muy pero muy temporal, provisional, efímera, pasajera y por lo tanto no duradera. De tal manera el vacío, la soledad, la ansiedad o cualquier otra situación que te venga perturbando y que has tratado de solucionar con el dinero, la riqueza, el lujo , el poder etc. mas temprano que tarde regresará. ¿ Sabe por qué amigo lector ? Porque has perdido tu tiempo y tu vida persiguiendo y tratando de cumplir metas, objetivos, propósitos y fines alejados de lo que le agrada al Señor. Desafortunadamente son del tipo de personas que solamente trabajan, viven y actúan en función de ellas mismas. Son de la clase de gente que te recomiendan : “ PENSAR EN TI Y SOLAMENTE EN TI . SON DE LOS QUE AFIRMAN : PRIMERO YO, SEGUNDO YO, TERCERO YO Y SI EXISTIESE UNA CUARTA POSIBILIDAD DIRÍAN TAMBIEN : CUARTO YO…. Tantas veces hemos disertado y repetido estas reflexiones en escenarios variopintos, que aunque se nos exigiese un millón de veces que lo hiciéramos de nuevo , igualmente lo haríamos, en virtud de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra y Dios sabe esto, por ello al enviar a su Hijo Jesucristo para nuestra salvación, nos concede la oportunidad de rectificar, de modificar, de cambiar nuestra vida nuestros actitudes y nuestros patrones de conducta. Por ello en la carta a los colosenses del apóstol San Pablo, se nos indica, que DEBEMOS REVESTIRNOS CON ELNUEVO YO. Aquí cuando la palabra de Dios se expresa en términos de " revestir", implica vestirnos nuevamente .El prefijo Re traduce realizar nuevamente una actividad, ejemplos : rebautizar: bautizar nuevamente, rebuscar: buscar nuevamente; recomenzar: comenzar nuevamente; revivir: vivir nuevamente; reiniciar: iniciar nuevamente, reanimar: animarse nuevamente, y así pudiéramos ejemplificar de manera casi infinita los términos que comienzan con” re “ para traducir el inicio nuevamente de algo o de una situación. “ El NUEVO YO “ es la nueva persona que debemos ser, dejando atrás al hombre malo, al vicioso, al fornicador, al adultero, al drogadicto, al estafador, al asesino, al timador, al estafador, al vanidoso, al soberbio, al prepotente, al explotador, al avaricioso, al codicioso, al jugador, al miserable, al usurero, al ladrón, al mentiroso, al manipulador, en definitiva al hombre cargado con todas las imperfecciones, malicias fuentes de engaño y lleno de todas aquellas cosas que no le agradan al Señor y que generalmente son el producto y resultado de la manipulación del padre de la mentira como lo es Satanás, el demonio, lucifer, el diablo etc. Debe reseñarse aquí que estas conductas censurables en el ser humano, no se manifestarían si nosotros no sucumbiéramos a la tentación y por ende a la realización de esa oprobiosas conductas
Es claro, que ese “ VESTIRSE NUEVAMENTE “ presume y hace necesario una transformación o renovación , que como ya lo hemos dicho anteriormente, no es inmediata, dada la circunstancia del libre albedrío o discernimiento que el Señor nos regaló y que se manifieste en el hecho de que el ser humano incurra muchas veces en la misma conducta reprobable o censurable, antes de entender y comprender definitivamente que tal modo de proceder es perjudicial para su vida terrenal y eterna .Esta situación le genera al hombre multiplicidad de problemas, penas, tristezas, depresiones, enfermedades de diversa índole, toda vez que , mientras mas tarde en aceptar el cumplimiento de la palabra de Dios, mas dolorosa y difícil será su existencia . En palabras más francas, el cambio o transformación de tu vida depende únicamente de ti. Cuando tú lo decidas esa transformación comenzará a producirse e inmediatamente después de tu decisión sincera, Dios---que siempre ha estado contigo, pues somos templo del espíritu santo --- te acompañará en ella, para darte su fuerza, amor, luz, paz, y una gran disposición para vencer cualquier obstáculo o dificultad que se presente en ese camino hacia la conversión total y la santidad que comienzas a labrar, con el cambio que acabas de iniciar. Desde que tu tomes la decisión de no aferrarte a la riquezas, como medio de garantizarte "una vida feliz", desde ese mismo momento observarás al mundo desde otra óptica. Cuando tú, reflexiones sobre lo importante que es compartir tu riqueza con los demás, cuando tú pienses que trabajar únicamente para ser rico no es lo más importante para el ser humano, aún que no neguemos que Dios nos quiere también prósperos, con todas nuestras necesidades satisfechas, viviendo una vida decorosa digna y realmente humana; sin embargo, que no nos turbe nuestra paz y nuestro amor a Dios ,la subordinación y la adoración que debemos prodigarle ; esa falsa idea de atesorar fortuna y riqueza, en el malentendido proceso de creer que ello nos va a garantizar efectivamente: éxito, triunfos, alegría, salud, prosperidad, confort , una buena familia y todas aquellas metas propósitos u objetivos mundanos o terrenales que como locos perseguimos y queremos lograr. El dinero suele darte la oportunidad para ser feliz, próspero alegre, saludable etc. pero no te lo garantiza. Observa alrededor por un momento y podrás fácilmente concluir que personas que poseen dinero, que son ricas, tienen una familia, amigos, confortables residencias, lujosos vehículos, varios títulos universitarios, fama , prestigio, buen nombre etcétera y si pudieras indagar un poco sobre las vidas de estas personas ,realmente te sorprenderá saber que algunas son infelices por estar pasando por un conjunto de problemas a veces insolubles, por ejemplo la enfermedad incurable que padezca esa persona, su esposa o esposo, hijo o hija, hermano, una hermana, padre o madre, tal vez estén sufriendo problemas de tipo familiar , tales como peleas, odios y desencuentros entre los miembros de la familia, por otra parte es probable que la droga o tal vez alguna patología social tales como las desviaciones (homosexualismo, lesbianismo etc.) perversiones, y otras invadan ese hogar. Tal vez la tragedia y la tribulación, la pérdida de un ser querido o de alguien de sus afectos , los haya colocado en la esquina del sufrimiento. Más claro no puede presentarse ESE ESCENARIO CON EL CUAL SE VINCULA “ EL VIVIR PARA TENER “. Todo ello sin contar con la situación de