Título
“ PEDIDO DE FE ”
Oración y Comentarios
autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor
Maracaibo.Estado Zulia, 29 de julio de 2007,10 y 05 p. m.
República Bolivariana de Venezuela.América del Sur.
(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÄLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…” que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radioeléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela.América del Sur).
O R A C I Ó N
Te alabo y te bendigo Señor y te glorifico. Reconozco en ti Señor Jesús , el Hijo de Dios y Señor nuestro.Te pido Señor que me des un regalo. No de esos que puedo escoger en las vitrinas, pedir en un mostrador o comprar en las tiendas .No de esos regalos que el dinero puede pagar. Enciende en mi, Señor , una luz especial y sagrada . No quiero ser solo polvo, arrastrado por el viento , ni piedra que rueda descontrolada hacia el abismo. Lo que quiero Señor es conocer la
divina dádiva de la fe que procede de ti , para nunca Señor, desviarme del camino de la paz, del amor , del sosiego ,de la fortaleza, de la verdad y de la justicia ,que solamente tú, Señor, nos puedes dar . Amén y amén…
C O M E N T A R I O
Es extraordinariamente hermoso conversar con el Señor y en esta mañana amigo y amiga radioyente, le hemos adorado, alabado , bendecido y glorificado, pero también le hemos solicitado al Señor que derrame sobre todos y cada uno de nosotros la dádiva de la fe. La fe es esa actitud que nos permite vivir una vida tranquila en la seguridad de que el Señor está con nosotros, nos guía por sendas del bien, sin importar los momentos difíciles que nos toca vivir en este día o lo que ya estamos viviendo. Amigo y amiga radioyente, sin fe no hay trabajo ni progreso, no existe ni paz ni armonía, no vemos los rayos del sol, ni el parpadear de las estrellas. Por la fe , a través de nuestro Señor, adquirimos la fuerza y el don de transformar en grandes las cosas que nos parecen pequeñas ante el mundo. Por la fe amable radioyente , tomamos en serio los hechos corrientes y distinguimos lo eterno de lo común y pasajero. La fe que precisamos , hermano y hermana radioyente , debemos implorarla al Señor Dios, porque ella es el lazo que une lo profano y lo sagrado.. Es la comunión entre Dios y el hombre. Es el amor que nosotros deseamos sembrar. Danos la fe Señor para que forme parte de nuestro ser y que fluya del corazón y de la mente. Hermano y hermana radioyente , de la fe , necesariamente debemos extraer las dulzura del vivir, el sabor de lo sagrado y la alegría de lo eternamente amado. Esta es la fe que debemos pedir al Señor, porque ella, esa fe, es la que necesitamos para vivir en éste mundo tan convulsionado y materialista en el cual sólo la riqueza, el poder, el bienestar, el placer y el confort, son los parámetros que el hombre, que el ser humano, persigue como que si tales cosas fueran o constituyeran la verdadera felicidad, cuando al contrario , la realidad es otra. Solamente la felicidad que produce : el amor, la justicia, la solidaridad, la piedad, el amor al Padre, el amor al Hijo, el amor al Espíritu Santo , la comunión con los santos y mártires, la veneración a la virgen madre María, nos va a dar, las cosas que necesitamos, y llenar nuestra alma en ese vacío que tenemos ,con el amor y la misericordia del Señor. En esta mañana hermano y hermana radioyente, debemos buscar la fe , no como un refugio, sino como una aspiración y camino siempre nuevo. Debemos pedirle Señor hoy y siempre : la fe, para transformarla en esa llama ardiente y comunicativa que nos permitirá tener una vida en plenitud, en paz ,con alegría y llena del amor del Señor. Ánimo ,gozo, alegría…
N O T A D E L A U T O R
Amigos y amigas, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de