TITULO
ORACIÓN: " PERDONO Y SOY PERDONADO"
POR: Prof. Dr. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
Maracaibo-Estado Zulia-Venezuela-América del Sur.
Impresa el jueves 01 de mayo de 2008, Hora: 05:27 a.m.
Tomada de su versión original: viernes 12 de junio de 1998.
Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor
Maracaibo, Jueves 01 de Mayo de 2008
(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…" que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radioeléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).
O R A C I Ó N
Señor te alabamos y te bendecimos y te damos gracias .Y en esta mañana señor es bueno reflexionar delante de ti, la enseñanza que nos dejaste: perdonar a nuestros deudores para que también señor, tú perdones nuestras deudas. Jesús enseñó que perdonar es un factor importante para demostrar y activar la salud. Veamos con más detalle la importancia del perdón en la curación. Igual que cuando lanzamos una pelota contra una pared ella rebota, así el perdón que damos regresa a nosotros. Y así, en la oración que el padre nos enseñó décimos: …”Y PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN “. Tal vez no recordemos siempre, que la curación comienza con el perdón. Si la curación no llega cuando oramos, no nos desalentemos, ni clamemos porque consideremos el perdón como la llave maestra de nuestra curación. Derramemos una suave corriente de perdón sobre todas las cosas pasadas y presentes. El perdón abrirá un camino recto y fácil en nuestra vida. Hay poder ilimitado en el amor. En el amor perdonador. El amor sanador de Cristo resplandece cuando perdonamos. Perdono y soy perdonado. RECORDEMOS LO QUE EL SEÑOR JESÚS NOS ENSEÑÓ RESPECTO DEL PERDÓN: QUE ES MÁS FÁCIL DECIR: “ LOS PECADOS TE SON PERDONADOS O DECIR LEVÁNTATE Y ANDA” Amén y amén…
C O M E N T A R I O
(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)
Es grato conversar con el señor, situarnos en su santa presencia nos llena de infinito gozo y de mucho amor. En esta mañana hermano y hermana radioyente, es necesario reflexionar en el perdón: setenta veces siete contestó Jesús a sus discípulos en relación al número de veces que debemos perdonar, Que no es un número, matemáticamente expresado ni precisamente calculado , sino que la capacidad de perdonar y las veces que debemos perdonar : son infinitas. Debemos perdonar siempre, para luego poder aspirar a que se nos perdone. A veces en este mundo material agitado. En este mundo en el cual “no tenemos tiempo “para reflexionar sobre las cosas que hacemos, decimos o las cosas que nos hacen o nos dicen. Es bueno hermano y hermana radioyente, detenernos a pensar que así como a ti te gustaría que te perdonen los errores que cometes a cada ratos, es imperioso que tu comiences a perdonar. Pero no ese tipo de perdón que nosotros estamos acostumbrado a dar nuestra vida cotidiana. No, no es ese tipo de perdón que ofrecemos de dientes hacia afuera, de labios hacia afuera, sino el perdón que viene del corazón. El verdadero perdón implica cancelar, dejar totalmente extinguida la ofensa. Y al ofensor, al agraviante entregárselos al señor. Y decirle al señor: señor yo perdono esta ofensa, yo perdono este agravio que acabo de recibir. Por tu amor señor y por tu misericordia yo perdono, porque no puedo estar en tu presencia sino he perdonado a quien me ha ofendido. Aquel que dice que ama a su hermano y no lo ha perdonado no puede estar en la presencia de Dios, porque Dios perdona a todos , no importa que sea negro o blanco, rico o pobre o alto o bajo, Dios perdona .Setenta veces siete hay que perdonar .Y en esta mañana hermano y hermana radioyente , si tú has tenido problemas con tu hermano, con tu vecino, con tu padre, con tu hijo, con tu esposa, es bueno que reflexiones en estas cosas Perdonar implica ya, la curación de la enfermedad. Hay enfermedades que se reflejan en nuestro organismo. Esas enfermedades que a veces se traducen en hernias en el hiato, en problemas digestivos, en migrañas, en jaquecas, tensión alta, desasosiego, tristeza etc... ¿Te has preguntado la causa de estas enfermedades? Es bueno hacer un análisis de conciencia en esta mañana, y saber dónde hemos fallado, o tal vez cerrar un poco las heridas de las ofensas que hemos recibido y de los agravios que también han cometido en contra nuestra. En esta mañana hermano y hermana radioyente, vamos a tomar todas esas ofensas, todas esas contrariedades, a juntarlas y reunirlas todas para perdonarlas, y entrégaselas al señor que es omnisciente, omnipresente y omnipotente en la seguridad de que cuando tú comienzas a perdonar, tu vida ha iniciado el camino de la sanación y de la plenitud, en una vida que seguramente estará cargada de mucha paz, de amor, de felicidad y de tranquilidad. Animo, gozo, alegría...
N O T A D E L A U T O R
Amigos y amigas, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- "DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO". ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela. América del Sur.
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