domingo, mayo 18, 2008

ORACIÓN-VÍDEO: " PERDONANDO SOY PERDONADO"

INTRODUCCIÓN - COMENTARIO DEL VÍDEO: " PERDONANDO SOY PERDONADO".
POR: PROF. DR MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.
ORACIÓN Y VÍDEO TAMBIÉN DE SU AUTORÍA... SÁBADO 03 MAYO DE 2008
MARACAIBO-ESTADO ZULIA-REPÚBLICA DE VENEZUELA -AMÉRICA DEL SUR.

Es obvio que la conducta o actitud según la cual exigimos ser perdonados, debe ir aparejada del perdón que nosotros debemos ofrecer a quienes nos ofenden. Es harto conocido que la oración universal que el mismísimo señor Jesucristo les enseñó a sus apóstoles para orarle al padre, contiene el mandato de perdonar a quien nos ofende, para luego aspirar a que se nos perdonen las ofensas que hemos cometido. Esto es consecuencia directa también, de la palabra de Dios que nos enseña que nadie puede estar en la presencia del padre, cuando tenga confrontación o algún problema con su prójimo. Y al referirnos al vocablo prójimo, lo hacemos en el sentido más lato, llano y amplio en el cual podría usarse esta expresión. ¿Quién es nuestro prójimo? Nuestro prójimo no son solamente nuestros hermanos biológicos, primos, padres, hijos, abuelos, tios etc. el prójimo es el que tienes más cerca, es tu vecino, tu compañero de trabajo, el que toma asiento al lado del tuyo en el transporte colectivo cuando te diriges del trabajo a tu casa o viceversa. Tu prójimo es también tu enemigo, aquel que te maldecido, que te ha hecho daño, quien te ha ofendido y que aún lo sigue haciendo. Es a este ,más que a cualquier otro prójimo que el señor exige el perdón por parte nuestra. ¿Qué mérito hay en aquel que perdona las ofensas del otro que a su vez ofendiéndolo , también lo perdona?... ¿qué complacencia puede hallar en el señor, aquel que solamente perdona a sus amigos o sus familiares?... ¿acaso no os recordáis que el propio Jesús cuando le tocó vivir su pasión, crucifixión, muerte y posterior resurrección; dirigiéndose al padre y casi exhalando su último aliento de vida exclamó: " padre persónalas, porqué no saben lo que hacen? Entonces sí Jesús perdonó todas esas ofensas, vituperios, golpes, la corona de espina colocada en su cabeza, los terribles latigazos que sufrió su cuerpo, alguno de los cuales destrozaron sus partes íntimas. ¿Sí Jesús perdonó la traición de Judas, la negación de Pedro, la negligencia de Pilatos, la burla y desconocimiento de su condición divina por parte de los miembros del Sanedrín, si nuestro buen Jesús perdonó la situación que sufrió con ocasión de estar sin alimento y bebida durante más de cuatro días, si nuestro señor no obstante que traspasaron sus manos y sus pies con los clavos de la desobediencia, la traición y la actitud homicida y falaz... porque nosotros, que no merecemos en justicia nada de parte de nuestro Dios padre, Dios hijo y Dios espíritu santo, no perdonamos? Esperemos que el contenido de este comentario sea de vuestra utilidad y que nuestro buen Jesús y la virgen madre María madre de Dios y madre nuestra le sigan bendición. Amén y amén...




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