sábado, septiembre 26, 2009

ARTÍCULO: “EL CRISTO NEGRO...HISTORIA BREVE DE SU DEVOCIÓN”





ARTÍCULO: “EL CRISTO NEGRO...HISTORIA BREVE DE SU DEVOCIÓN”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED SABADO 26 DE SEPTIEMBRE DE 2009.




EL CRISTO NEGRO DE ESQUIPULAS

Allí donde late el corazón de América central, a 10 kilómetros de Honduras, y a 22 de la República de El Salvador, en el oriente de Guatemala, se levanta un hermoso y antiguo volcán ya apagado, con un nombre sonoro y decidor de tiempos antiguos: el Quetzaltepeque. El cerro del Quetzal, pájaro emblemático del alma guatemalteca.
Hace algo más de cuatrocientos años atrás, la población que hacía poco se había asentado a los pies de ese cerro, y que llevaba el mismo nombre, quiso tener una imagen del Crucificado, para poder venerar en ella el misterio de salvación realizado por Nuestro Señor Jesucristo. Y pidieron que se le tallara, en tamaño casi natural, un Cristo crucificado. Para poder pagar su costo, todo el pueblo realizó durante dos años un trabajo comunitario. Un terreno de la comunidad fue dedicado a la plantación de algodón y en él trabajaron todos. Con lo cosechado se pagó su costo al tallista de la capital. Y la comunidad tuvo su Cristo.
Andando el tiempo, ese gran crucifijo fue trasladado a la vecina ciudad de Esquipulas, donde quedaría custodiado en el santuario que es el corazón latiente de la religiosidad centroamericana. Lo que es Guadalupe, con su devoción a la Virgen morena de Juan Diego, lo es Esquipulas con su Cristo negro. Lo del color se debe a la madera en la que está tallado, y quizá también al tiempo acumulado en estos más de cuatrocientos años.
Son centenares de miles los peregrinos que acuden a besar la imagen y a abrazarse a sus pies, trayéndole sus cuitas, sus penas y su gratitud. Y estos miles se vuelven un millón y medio en la Semana Santa y en otras festividades. Son atendidos por una comunidad de monjes que día a día, celebran allí la liturgia y la Eucaristía. Y también reciben y alientan a los peregrinos de todo el mundo, pero en especial de México y América Central, escuchándolos en la Confesión de sus pecados, y bendiciéndolos en el Nombre de Cristo Crucificado, el Cristo Negro de Esquipulas.
Su imagen, unida a la de Guadalupe, viene recorriendo los caminos de nuestra Patria Grande, uniendo a nuestros pueblos que tienen una raíz americana común, una historia compartida y un destino de unidad aún por realizar. Los dos grandes amores de nuestro pueblo católico latinoamericano: La CRUZ DE CRISTO y LA MADRE DE JESÚS, han querido quedar plasmados en estas dos imágenes que recorren nuestra América de norte a sur en esta novena de años que nos permitirá entrar en el tercer milenio.
En el año 1992, durante cuatro meses, compartí allí la vida de mis hermanos monjes, y fui peregrino, junto al pueblo Maya, y a los demás promesantes que venían a encontrarse con Cristo en su misterio de salvación. Cada día, luego del canto de Laudes, me ponía a sus pies y rezaba el Rosario por nuestros pueblos, mientras comenzaba el paso incesante de los peregrinos( Mameapace.Obispo de los Toldos ).
INFORMACIÓN ADICIONAL SOBRE EL CRISTO NEGRO

TEMPLO DE “NUESTRO SEÑOR “EL CRISTO NEGRO DE JUAYUA”





EL CRISTO NEGRO DE JUAYUA

Juayúa fue fundado por los conquistadores españoles en 1543; la orden franciscana puso a Juayúa bajo el patronazgo de La Virgen de Santa Lucía (La original santa patrona), perteneciendo conjuntamente con los pueblos vecinos de Apaneca, Salcoatitan y Santa Catarina Masahuat a la parroquia de Santa Lucía.

Pero del patronato de la santa sobre Xuayuat, pasado el tiempo solo quedaría el recuerdo de la misa del 13 de Diciembre y dos imágenes coloniales. Una de demanda totalmente repintada, quizá propiedad de alguna cofradía y otra mas de vestir de muy buena traza y todo un tesoro artístico que se guarda celosamente en la otra iglesia del pueblo, bajo la advocación de La Beatísima Trinidad.
El templo la Beatísima Trinidad construido alla por 1826 de diseño neoclásico guarda en su interior joyas invaluables del arte religioso colonial.

No se sabe a ciencia cierta cuando fue establecido el nuevo patronazgo del Cristo Negro, algunos historiadores lo ubican hacia 1670 cuando cuenta la historia: "Los padres franciscanos hicieron aparecer al pié de un frondoso rosal la imágen de un cristo negro". Esto último es muy significativo conociendo que la orden franciscana está muy asociada al cultivo de las rosas.

Muy determinante en el establecimiento del santo patrono fueron las peregrinaciones hacia el crucificado de Esquipulas en Guatemala ya que, probablemente se trató de establecer un santuario a mitad del camino para los peregrinos.

De ahí que historiadores relacionaran la imágen del Crucificado de Juayúa con la de Esquipulas en Guatemala al punto que, declarasen como obras del mismo artesano el ilustre Quirio Cataño; pero últimos estudios contradicen lo anterior, debido a que al comparar ambas imágenes son obras de dos artesanos con diferentes técnicas empleadas. Por otro lado Quirio Cataño vino de España bajo contrato a realizar su tan afamada y venerada obra; en cambio el crucificado de Juayúa se cree fue traído desde la madre patria incluso de hechura anterior al de Esquipulas.
ICONOGRAFIA DE LA PORTENTOSA
IMAGEN DEL
CRISTO NEGRO DE JUAYUA
Nuestro Señor de Juayúa, de rostro y cuerpo enjutos, cuya oscura pátina no logra ocultar un encarnado mas claro en el que son perfectamente visibles las laceraciones, los moretones y las huellas de sangre. Originalmente de color aceitunado, hoy con el paso de los siglos y resultado de todo el hollín acumulado por la cera encendida, en los cuales estuvo a la interperie el viraje de los pigmentos y muy probablemente el ungimiento con bálsamo es que el crucificado presenta su color oscuro.

Cercano en el perfil del rostro y en el trazo esquemático de su cabellera, barba y bigote al Cristo de los Reyes ahora en la catedral de Guatemala, datado hacia la segunda mitad del siglo XVI pero, de rasgos más suaves en su apreciación frontal, cuando se le ve de abajo hacia arriba; debe ser sin embargo, algo posterior a éste aunque en lo absoluto menos virtuoso que aquél, no iba a ser primero, el cristo de un pueblo de guardianía que el de la catedral de Santiago de Guatemala.
Difiere además del cristo catedralicio en que, mientra aquél mira todavía con un hálito de vida, el nuestro se nos presenta ya muerto. El caso de Nuestro Señor de Juayúa, su bello y patético rostro, donde la divinidad sonríe dulce y casi plácidamente como si la muerte no doliera. De honda introspección sicológica, enmarcado un tanto medrosamente por gruesas y alargadas guedejas de barba, cabello y bigote de corte esquemático, se recorta profundamente, la nariz aguileña de largo y fino tabique. Resarcido por la muerte se inclina hacia el hombro derecho, sobre el cual un mechón cae en un bucle no muy largo.
El cuerpo bastante bien estudiado en sus detalles anatómicos, es flaco y con el torso alargado si el precioso cendal barroco que hoy oculta lo que podría ser un escueto Perisoneum original, mas o menos medieval, no engaña nuestra apreciación. Sus manos se crispan sin bendecir con mucho dolor, mientras los pies, se tensan en un gesto dolorosamente humano como en los cristos anteriores al Concilio de Trento, características que corresponden todavía al arte gótico tardío español. Con esto queremos recalcar que esta portentosa imágen de Cristo Crucificado pertenece a la duradera época artística que durante siglos antecedió a la del afamado cristo de Esquipulas, el cual, Quirio Cataño pese a los mechones algo ondulados que talló sobre su hombre derecho en similitud al nuestro, esculpiera en estilo Renacentista en Santiago de Guatemala entre 1594-1595.

Puedo eso si, talvez proceder nuestro Cristo de España de donde pudiera haber sido traído por algunos de los franciscanos llegados en su momento a la nueva fundación de Sonsonate, o pudo haber sido encargado a un escultor no identificado”. ((Por Carlos Leiva Cea, historiador y escritor)
ETIQUETAS:ACEITUNADO,GUARDIANÍA,SONSONATE,


viernes, septiembre 25, 2009

ORACIÓN " A NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED "





ORACIÓN " A NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED "

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED VIERNES 25 SEPTIEMBRE DE 2009.

O R A C I Ó N


Virgen y Señora nuestra de la Merced, a ti suplicamos que, mediante tu maternal intercesión ante tu hijo Jesucristo, nos alcances la verdadera libertad de los hijos de Dios y nos hagas libres de cualquier esclavitud, de modo que experimentemos en nosotros la alegría de la salvación. Amén y amen…

COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)

En castellano se le ha llamado en plural, Virgen de las Mercedes, que no corresponde con el sentido originario de la advocación. El significado del título “Merced” es ante todo “misericordia”. La Virgen es misericordiosa y también lo deben ser sus hijos. Esto significa que recurrimos a ella ante todo con el deseo de asemejarnos a Jesús misericordioso.
El título mariano la Merced se remonta a la fundación de la Orden religiosa de los mercedarios el 10 de agosto de 1218, en Barcelona, España. En esa época muchos eran cautivos de los moros y en su desesperación y abandono estaban en peligro de perder lo mas preciado: la fe católica. Nuestra bendita Madre del Cielo, dándose a conocer como La Merced, quiso manifestar su misericordia hacia ellos por medio de dicha orden dedicada a atenderlos y liberarlos.
Desde el siglo XIII es patrona de Barcelona y el 25 de septiembre de 1687 se proclamo oficialmente patrona de la ciudad. Es además patrona de los cautivos (presos) y de muchos países de Latinoamerica.
La talla de la imagen de la Merced que se venera en la basílica de la Merced de Barcelona es del siglo XIV, de estilo sedente, como las románicas. En catalán “Mare de Deu de la Mercé”, Madre de Dios de la Merced.
En el año 1696, el papa Inocencio XII extendió la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia, y fijó su fecha el 24 de septiembre. Pero a raíz de la reforma litúrgica del concilio Vaticano II, en el año 1969 la fiesta se suprimió del calendario universal.
San Pedro Nolasco, inspirado por la Ssma. Virgen, funda una orden dedicada a la merced (obras de misericordia). Su misión particular era la misericordia para con los cristianos cautivos en manos de los musulmanes. Muchos miembros de la orden canjearon sus vidas por la de presos y esclavos. San Pedro fue apoyado en tan extraordinaria empresa por el Rey Jaime I de Aragón.
San Pedro Nolasco y sus frailes eran muy devotos de la Virgen María, tomándola como patrona y guía. Su espiritualidad se fundamenta en Jesús el liberador de la humanidad y en la Ssma. Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora.
En el capítulo general de 1272, tras la muerte del fundador, los frailes oficialmente toman el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cautivos, pero son mas conocidos como mercedarios. El Padre Antonio Quexal, siendo general de la Merced en 1406, dice: “María es fundamento y cabeza de nuestra orden”.
El Padre Gaver, en el 1400, relata como La Virgen llama a S. Pedro Nolasco en el año 1218 y le revela su deseo de ser liberadora a través de una orden dedicada a la liberación.
Nolasco pide a Dios ayuda y, como signo de la misericordia divina, le responde La Virgen María diciéndole que funde una orden liberadora.
Nolasco: ¿Quién eres tú, que a mí, un indigno siervo, pides que realice obra tan difícil, de tan gran caridad, que es grata Dios y meritoria para mi?
María: Yo soy María, aquella en cuyo vientre asumió la carne el Hijo de Dios, tomándola de mi sangre purísima, para reconciliación del género humano. Soy aquella a la que dijo Simeón. cuando ofrecí mi Hijo en el templo: <>.
Nolasco: ¡Oh Virgen María, madre de gracia, madre de misericordia! ¿Quién podrá creer (que tú me mandas)?
María: No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde una orden de ese tipo en honor mío; será una orden cuyos hermanos y profesos, a imitación de mi hijo Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel (es decir, entre los cristianos) y serán signo de contradicción para muchos.”
Oración
Virgen y Señora nuestra de la Merced, a ti suplicamos que, mediante tu maternal intercesión ante tu hijo Jesucristo, nos alcances la verdadera libertad de los hijos de Dios y nos hagas libres de cualquier esclavitud, de modo que experimentemos en nosotros la alegría de la salvación. Amén
En castellano se le ha llamado en plural, Virgen de las Mercedes, que no corresponde con el sentido originario de la advocación. El significado del título “Merced” es ante todo “misericordia”. La Virgen es misericordiosa y también lo deben ser sus hijos. Esto significa que recurrimos a ella ante todo con el deseo de asemejarnos a Jesús misericordioso.
El título mariano la Merced se remonta a la fundación de la Orden religiosa de los mercedarios el 10 de agosto de 1218, en Barcelona, España. En esa época muchos eran cautivos de los moros y en su desesperación y abandono estaban en peligro de perder lo mas preciado: la fe católica. Nuestra bendita Madre del Cielo, dándose a conocer como La Merced, quiso manifestar su misericordia hacia ellos por medio de dicha orden dedicada a atenderlos y liberarlos.
Desde el siglo XIII es patrona de Barcelona y el 25 de septiembre de 1687 se proclamo oficialmente patrona de la ciudad. Es además patrona de los cautivos (presos) y de muchos países de Latinoamerica.
La talla de la imagen de la Merced que se venera en la basílica de la Merced de Barcelona es del siglo XIV, de estilo sedente, como las románicas. En catalán “Mare de Deu de la Mercé”, Madre de Dios de la Merced.
En el año 1696, el papa Inocencio XII extendió la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia, y fijó su fecha el 24 de septiembre. Pero a raíz de la reforma litúrgica del concilio Vaticano II, en el año 1969 la fiesta se suprimió del calendario universal.
San Pedro Nolasco, inspirado por la Ssma. Virgen, funda una orden dedicada a la merced (obras de misericordia). Su misión particular era la misericordia para con los cristianos cautivos en manos de los musulmanes. Muchos miembros de la orden canjearon sus vidas por la de presos y esclavos. San Pedro fue apoyado en tan extraordinaria empresa por el Rey Jaime I de Aragón.
San Pedro Nolasco y sus frailes eran muy devotos de la Virgen María, tomándola como patrona y guía. Su espiritualidad se fundamenta en Jesús el liberador de la humanidad y en la Ssma. Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora.
En el capítulo general de 1272, tras la muerte del fundador, los frailes oficialmente toman el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cautivos, pero son mas conocidos como mercedarios. El Padre Antonio Quexal, siendo general de la Merced en 1406, dice: “María es fundamento y cabeza de nuestra orden”.El Padre Gaver, en el 1400, relata como La Virgen llama a S. Pedro Nolasco en el año 1218 y le revela su deseo de ser liberadora a través de una orden dedicada a la liberación.Nolasco pide a Dios ayuda y, como signo de la misericordia divina, le responde La Virgen María diciéndole que funde una orden liberadora.
Nolasco: ¿Quién eres tú, que a mí, un indigno siervo, pides que realice obra tan difícil, de tan gran caridad, que es grata Dios y meritoria para mi?
María: Yo soy María, aquella en cuyo vientre asumió la carne el Hijo de Dios, tomándola de mi sangre purísima, para reconciliación del género humano. Soy aquella a la que dijo Simeón. cuando ofrecí mi Hijo en el templo: <>.
Nolasco: ¡Oh Virgen María, madre de gracia, madre de misericordia! ¿Quién podrá creer (que tú me mandas)?
María: No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde una orden de ese tipo en honor mío; será una orden cuyos hermanos y profesos, a imitación de mi hijo Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel (es decir, entre los cristianos) y serán signo de contradicción para muchos.” (Cortesía de: www.corazones.org )
ETIQUETAS:OFRECI,CAUTIVOS,LIBERADOS,


ORACIÓN “AL PADRE PÍO DE PIETRELCINA ”






ORACIÓN “AL PADRE PÍO DE PIETRELCINA ”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED VIERNES 25 SEPTIEMBRE DE 2009.


En el día de su fiesta litúrgica, cinco plegarias en una:
Que San Pío de Pietrelcina nos enseñe a orar,
Nos haga cristianos de Eucaristía,
Nos descubra el hontanar de la Confesión,
Nos llame a la conversión y nos ayude a cargar con la cruz

Querido Padre Pío: En el día de tu fiesta litúrgica, en el día del cuarenta y un aniversario de tu pascua, te presento por la mediación de Nuestro Señor Jesucristo, con cuyas llagas te configuraste, la siguiente oración:

ENSEÑANOS A ORAR. Enséñanos a vivir en la oración y a vivir de la oración. Enséñanos que solo el corazón que se sumerge, se impregna y se inflama en la plegaria es un corazón que sabe amar. Enséñanos que la oración es el mejor antídoto contra la secularización y la tibieza. Enséñanos a orar, que es servir y que es amar. Enséñanos que sola la oración nos descubre los misterios de Dios y nos lanza a la misión verdadera. Que solo la oración nos hace plenos, libres y llenos esperanza. Enséñanos que la oración -esperanza en acto- es la respiración del alma y el termómetro de la fe y de caridad. Y que todo tiempo reservado a la oración no es tiempo perdido, sino ganado: ganado para nosotros y para los demás.

HAZNOS CRISTIANOS DE EUCARISTÍA. Cuentan y cuentan que tus Eucaristías eran impresionantes. Cuentan que quienes asistían a ellas –que eran cientos y miles, que hacían penitentes colas de espera- salían conmovidos, transformados, conscientes de haber asistido a un nuevo Calvario. Qué no tengamos prisa, querido Padre Pío, cuando celebremos o asistamos a Misa. Ya sabes que la Eucaristía nos moldea y nos identifica. Y, en contra, hasta nos delata y retrata… Si nuestras Eucaristías son frías, exprés, despistadas, aburridas, inquietas, rutinarias así es nuestra fe, así late –así de poco late- nuestro fervor y nuestra vivencia de los misterios del Señor.

REVITALIZA EN NOSOTROS LA PRÁCTICA DEL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN. Para todos. Hemos de romper –nos decía el Papa Benedicto XVI- el círculo vicioso en que estamos reduciendo a este sacramento –como se confiesan muy pocos, no me siento a confesar y yo tampoco confieso apenas- con el círculo virtuoso que tú practicaste, querido Padre Pío, y que tú hiciste posible para tantos y tantos hombres y mujeres de todos los confines de Italia y de otros lugares. El sacramento de la Confesión es el sacramento de la alegría, del perdón, de la reconciliación, de la gracia. ¿Y quién de nosotros no necesita alegría, perdón, reconciliación y gracia? Haznos perder el miedo a la Confesión sacramental, donde se esponja el corazón y donde se renuevan todas las cosas. La Confesión no nos quita nada y a cambio nos lo da todo. La Confesión no viola nuestra intimidad sino que la abre a la intimidad y al diálogo amoroso con el Dios que nos ama. Haz que los curas volvamos siempre al confesionario: a confesar y a confesarnos. Haz que los religiosos y religiosas recuerdan que sus fundadores fueron todos ellos y siempre cristianos de confesionario. Haz que los laicos redescubran y experimentan el gozo inefable del hijo pródigo, el gozo del Padre Bueno.

ABRE NUESTRO CORAZÓN AL INTERÉS EVANGELIZADOR POR TODAS LAS PERSONAS, ESPECIALMENTE LOS ALEJADOS Y LOS PECADORES. Tu vida fue la búsqueda constante de todos, especialmente de los alejados, de los pecadores, de los no creyentes. Tu vida fue un constante y fecundo servicio a la conversión. ¡Necesitamos siempre y quizás ahora más de la conversión! Y aquí también tenemos que superar el círculo vicioso de la indiferencia religiosa y del agnosticismo o ateísmo práctico –de la paganización, en suma- con el círculo virtuoso del apostolado, del diálogo, del encuentro, del testimonio, de la invitación a volver, a regresar al Señor. ¡Si tú pudieras hablar, si pudieran hablar tu confesionario y el archivo de los miles de cartas que recibiste y sigues recibiendo, si pudiera hablar tu santuario acerca del testimonio de tantos hermanos y hermanas que, por tu ejemplo y mediación, emprendieron y siguen emprendiendo el camino del retorno! Haz que nuestra Iglesia nunca se conforme con la vulgaridad ni con la mediocridad, con el “¡qué le vamos a hacer!”, con nuestros templos medio llenos o medio vacíos, con el que “son los signos de los tiempos”… Llénanos de ardor evangelizador, consciente de que la mejor evangelización es siempre la del testimonio y la de la vida. Y que Dios quiere que todos los hombres se salven: nosotros y todos.

MUÉSTRANOS LA CRUZ, MUÉSTRANOS TUS LLAGAS, Y AYÚDANOS A CARGAR CON AMOR Y CON ESPERANZA CON LA CRUZ NUESTRA DE CADA DÍA Y CON LA CRUZ DE NUESTROS HERMANOS. Haznos sensibles y solidarios a los sufrimientos de la humanidad, al gemido de los pobres, al dolor de los enfermos, al vahído de los ancianos, al clamor de los parados. Y ayúdanos a no rehuir la cruz, a no ser prófugos de su luz y de su fuego purificador. Muéstranos que la cruz es el camino del cielo, la llave santa de la puerta santa de la plenitud. Enséñanos a cargar con ella: con la cruz del deber, con la cruz del dolor, con la cruz de la debilidad nuestra de cada día. ¡Cruz, vos seáis la bienvenida! No existe rosa sin espinas. No existe vida sin cruz. No existe cruz sin luz.

Todo esto y tantas cosas más, querido Padre Pío, queridísimo Padre Pío, te le presento en esta mañana del día de tu fiesta, del día de tu pascua, por la intercesión siempre poderosa de nuestra Madre María, a quien tanto invocabas y amabas. Ahora que estás más cerca de Ella, ahora que tu rosario sin fin es ya contemplación eterna, dile que la necesitamos, dile que nos ayude, dile que aleje de nosotros la plaga de la mediocridad asfixiante y del conformismo cómodo, de la secularización interna y externa y de la banalidad y de la frivolidad que nos entra por todos los lados, por todos los poros y foros. Dile a María que queremos ser cristianos de oración, cristianos de Eucaristía, cristianos de Confesión, cristianos de conversión, cristianos de cruz y de solidaridad. Y dile que nos echa una mano, mil manos de amor, de ternura y de paciencia.

Y reza con nosotros y para nosotros, querido Padre Pío, con la misma oración con que la Iglesia implora su intercesión: “Oh Dios, que has otorgado a San Pío de Pietrelcina la gracia de participar de manera especial en la Pasión de tu Hijo, concédenos por su intercesión, conformarnos con la muerte de Jesús para ser partícipes de su resurrección. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen”. (Autor: Jesús de las Heras Muela. Director de Ecclesia. Miércoles 23 de Septiembre de 2009 )


ETIQUETAS: PADRE PIO, LLAGAS DE PASIÓN. PIETRELCINA,


jueves, septiembre 24, 2009

ARTICULO. “LA VIRGEN DE LAS MERCEDES: SU HISTORIA” ***. Protectora de los privados de libertad.





ARTICULO. “LA VIRGEN DE LAS MERCEDES: SU HISTORIA”
***. Protectora de los privados de libertad.

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED JUEVES 24 DE SEPTIEMBRE DE 2009.
La Virgen de las Mercedes

La Santísima Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco, en 1218, recomendándole que fundara una comunidad religiosa que se dedicara a auxiliar a los cautivos que eran llevados a sitios lejanos. Esta advocación mariana nace en España y se difunde por el resto del mundo.
San Pedro Nolasco, inspirado por la Santísima Virgen, funda una orden dedicada a la merced (que significa obras de misericordia). Su misión era la misericordia para con los cristianos cautivos en manos de los musulmanes. Muchos de los miembros de la orden canjeaban sus vidas por la de presos y esclavos. Fue apoyado por el rey Jaime el Conquistador y aconsejado por San Raimundo de Peñafort.
San Pedro Nolasco y sus frailes muy devotos de la Virgen María, la tomaron como patrona y guía. Su espiritualidad es fundamentada en Jesús el liberador de la humanidad y en la Santísima Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora.
En 1272, tras la muerte del fundador, los frailes toman oficialmente el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cautivos, pero son mas conocidos como mercedarios. El Padre Antonio Quexal en 1406, siendo general de la Merced, dice: "María es fundamento y cabeza de nuestra orden".
Esta comunidad religiosa se ha dedicado por siglos a ayudar a los prisioneros y ha tenido mártires y santos. Sus religiosos rescataron muchísimos cautivos que estaban presos en manos de los feroces sarracenos.
El Padre Gaver, en 1400, relata como La Virgen llama a San Pedro Nolasco y le revela su deseo de ser liberadora a través de una orden dedicada a la liberación.
Nolasco la pide ayuda a Dios y, en signo de la misericordia divina, le responde La Virgen María diciéndole que funde una orden liberadora.
Desde el año 1259 los padres Mercedarios empiezan a difundir la devoción a Nuestra Señora de la Merced (o de las Mercedes) la cual se extiende por el mundo.
AMÉRICA
Los mercedarios llegan al continente americano y pronto la devoción a la Virgen de la Merced se propaga ampliamente. En República Dominicana, Perú, Argentina y muchos otros países, la Virgen de la Merced es muy conocida y amada.
NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED - ESPAÑA
En los ultimos siglos de la Edad Media, los arabes tenían en su poder al sur y el levante español y su vidas en vilo. Los turcos y sarracenos habían infestado el Mediterráneo, y atacaban a los barcos que desembarcaban en las costas llevándose cautivos; a muchos.
Un alma caritativa, suscitada por Dios, a favor de los cautivos, fue San Pedro Nolasco, de Barcelona, llamado el Consul de la Libertad. Se preguntaba como poner remedio a tan triste situación y le rogaba insistentemente a la Virgen Maria.
Pronto empezó a actuar en la compra y rescate de cautivos, vendiendo cuanto tenía. La noche del 1 de agosto de 1218, Nolasco estando en oracion, se le apareció la Virgen Maria, le animó en sus intentos y le transmitió el mandato de fundar la Orden Religiosa de la Merced para redención de cautivos. Pocos días después, Nolasco cumplía el mandato. Los mercedarios se comprometían con un cuarto voto: liberar a otros más cebiles en la fe quedando como rehenes, si fuera necesario.
De este modo, a través de los miembros de la Nueva Orden, la Virgen María, Madre y Corredentora, Medianera de todas las gracias, aliviaría a sus hijos cautivos y a todos los que suspiraban a ella, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. A todos darìa la merced de su favor.
La Virgen María tendrá desde ahora la advocación de la Merced, o más bello todaváa en plural: Nuestra Señora de las Mercedes, indicando así la abundancia incontable de sus gracias. ¡Hermosa advocacion y hermoso nombre el de Mercedes!
Nuestra Señora de las Mercedes concedería a sus hijos la merced de la liberación. Alfonso X el Sabio decia que "sacar a los hombres de cautivo es cosa que place mucho a Dios, porque es obra de la Merced".
Bajo la protección de Nuestra Señora de la Merced, los frailes mercedarios realizaron una labor ingente. Como ingentes fueron los sufrimientos de San Pedro Nolasco, San Ramon Nonato y San Pedro Armengol. Y no faltaron martires como San Serapio, San Pedro Pascual y otros muchos.
El culto a Nuestra Señora de la Merced se extendió muy pronto por Cataluña y por toda España, por Francia y por Italia, a partir del siglo XIII. El año 1265 aparecieron las primera monjas mercedarias. Los mercedarios estuvieron entre los primeros misioneros de América. En la Española o República Dominicana, por ejemplo, misionó Fray Gabriel Téllez (Tirso de Molina).
Barcelona se gloría de haber sido escogida por Nuestra Señora de la Merced como lugar de su aparicion y la tiene por celestial patrona. ''¡Princesa de Barcelona, protegiu nostra ciutat!"
En el museo de Valencia hay un cuadro de Vicente López en el que varias figuras vuelven su rostro hacia la Virgen de la Merced, como implorándole, mientras la Virgen abre sus brazos y extiende su manto, cubriendolos a todos con amor, reflejando asi su título de Santa María de la Merced.
NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES DE TUCUMÁN - ARGENTINA
Tucumán, fue fundada por don Diego de Villarroel en 1565, pero el día de Nuestra Señora de las Mercedes de 1685 fue trasladada al sitio actual.
El Cabildo en 1687 nombró a Nuestra Señora de las Mercedes como Patrona y Abogada de la ciudad, por los muchos favores que la Virgen dispensó a los tucumanos.
La victoria argentina en la batalla de Tucumán del 24 de septiembre de 1812, es acreditada a Nuestra Señora de las Mercedes. En ella se decidió la suerte de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Los españoles eran unos tres mil y los argentinos apenas mil ochocientos. Belgrano, el general argentino, puso su confianza en Dios y en Nuestra Señora de las Mercedes, a quien eligió por Patrona de su Ejército.
En la mañana del 24 de septiembre de 1812, día del combate, el general Belgrano estuvo orando largo rato ante el altar de la Virgen. El ejército argentino obtuvo la victoria. En el parte que transmitió al Gobierno, Belgrano hizo resaltar que la victoria se obtuvo el día de Nuestra Señora de las Mercedes, bajo cuya protección se habían puesto las tropas.
El parte dice textualmente: 'La patria puede gloriarse de la completa victoria que han tenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de las Mercedes bajo cuya protección nos pusimos ".
El general Belgrano puso en manos de la imagen de la Virgen su bastón de mando. La entrega se efectuó durante una solemne procesión con todo el ejército, que terminó en el Campo de las Carreras, donde se había librado la batalla.
Belgrano se dirigió hacia las andas en que era conducida la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, y le entregó el bastón que llevaba, poniéndolo en las manos de la Virgen y proclamandola como Generala del Ejército.
Al tener conocimiento de estos actos de devoción las religiosas de Buenos Aires, remitieron a Belgrano cuatro mil escapularios de Nuestra Señora de la Merced para que los distribuyera a las tropas. El batallón de Tucuman se congregó antes de partir rumbo a Salta, frente al atrio del templo de Merced, donde se les entregaron los escapularios, tanto los jefes como oficiales y tropas los colocaron sobre sus uniformes.
El 20 de febrero de 1813 los argentinos que buscaban su independencia se enfrentaron nuevamente con los españoles en Salta. Antes de entrar en combate, Belgrano recordó a sus tropas el poder y valimiento de María Santísima y les exhortó a poner en Ella su confianza. Formuló también el voto de ofrendarle los trofeos de la victoria si por su intercesión la obtenía.
Con la ayuda de la Madre de Dios vencieron nuevamente a los españoles, y de las cinco banderas que cayeron en poder de Belgrano, una la destinó a Nuestra Señora de las Mercedes de Tucumán, dos a la Virgen de Luján y dos a la Catedral de Buenos Aires.
A partir del año 1812, el culto a Nuestra Señora de las Mercedes adquiere una gran solemnidad y popularidad. En 1813, el Cabildo de Tucumán pide al gobierno eclesiástico la declaración del vicepatronato de Ntra. Sra. de las Mercedes "que se venera en la Iglesia de su religión" y ordena de su parte que los poderes públicos celebren anualmente su fiesta el 24 de septiembre . La Autoridad Eclesiástica, por Decreto especial, declara el 4 de septiembre de 1813 festivo en homenaje a Nuestra Señora de las Mercedes el 24 de septiembre.
Después del 31 de agosto de 1843, es declarada oficialmente Vice Patrona, jurando su día por festivo y disponiendo se celebre cada año una Misa solemne con asistencia del Magistrado y que por la tarde se saque la imagen de la Santísima Virgen en procesión, como prueba de gratitud por los beneficios dispensados.
Al cumplirse el centenario de la batalla y victoria de Tucumán, la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes fue coronada solemnemente, en nombre del Papa San Pio X, en 1912.
El 22 de junio de 1943, el Presidente de la República, General Pedro P. Ramirez, por decreto aprobado el día anterior con sus ministros, dispuso por el artículo 1ro.:
"Quedan reconocidas con el grado de Generala del Ejército Argentino: la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Mercedes, y la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen".
Los artículos 2,3 y 5 se refieren a la imposición de la banda y faja que corresponde a los generales de la nación. El gobierno Argentino proclama así, solemnemente, ante el mundo, su religiosidad.
En 1945, el Gobierno Nacional designó a Nuestra Señora de las Mercedes Patrona Principal de la Aeronáutica Militar.
En Santa Fe la imagen se venera en el templo del Milagro, Paraná se venera en la catedral, en Córdoba en la Iglesia de los Padres Mercedarios, y así en muchos otros lugares.
Oración a Nuestra Señora de la Merced
Generala del Ejército Argentino
A ti recurrimos, oh Virgen Generala de nuestros Ejércitos, para implorar tu maternal protección sobre esta Patria Argentina.
Te recordamos que aquí se alzó el altar donde se glorificó a Jesús Eucarístico ante el mundo entero; que nuestra bandera se hizó en la presencia augusta de tu divino Hijo; que los colores nacionales cruzan sobre tu pecho cual blasón de Generala del Ejército Argentino.
Por todo esto te pedimos que protejas a nuestra Patria erigida según los designios divinos y que del uno al otro confín sepan los pueblos honrarla y que al postrarnos ante tu imagen de Virgen Generala resuene esta unánime aclamación:
¡Tu eres la gloria de nuestra Patria. Tú eres la honra de nuestro pueblo! ¡Tu la Generala de nuestro Ejército!.
NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES - REPÚBLICA DOMINICANA
Una de las imágenes de gran devoción en Santo Domingo, y la más antigua es la de Nuestra Señora de las Mercedes.
En marzo de 1495 Cristóbal Colón, acompañado de unos cuantos españoles, tuvo que enfrentar a un crecido número de indios acaudillados por un cacique. Levantaron una trinchera y junto a ella colocaron una gran cruz de madera.
Los indios lograron desalojar a los españoles, quienes de inmediato se replegaron a un cerro. Mientras tanto los indios prendieron fuego a la cruz y con hachas intentaban destruirla, sin poder lograrlo. Ante la agresividad de los indios, Colón y la mayoría de la tropa decidieron retirarse del lugar. Sin embargo el mercedario Fray Juan Infante, confesor de Colón, que llevaba consigo una imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, exhortó a los españoles a seguir combatiendo y les prometió la victoria en nombre de la Virgen.
Al día siguiente las fuerza de Colón obtuvieron una increíble victoria frente a los indios, quienes se dispersaron por los montes. Luego de este suceso se construyó un santuario a Nuestra Señora de las Mercedes en la misma cumbre del cerro donde Colón colocó la milagrosa cruz.
Nuestra Señora de la Merced - Patrona de Perú
La devoción a Nuestra Señora de las Mercedes en el Perú se remonta a los tiempos de la fundación de Lima. Consta que los Padres Mercedarios, que llegaron al Perú junto con los conquistadores, habían edificado ya su primitiva iglesia conventual hacia 1535, templo que sirvió como la primera parroquia de Lima hasta la construcción de la Iglesia Mayor en 1540.
Los Mercedarios no sólo evangelizaron a la región sino que fueron gestores del desarrollo de la ciudad al edificar los hermosos templos que hoy se conservan como valioso patrimonio histórico, cultural y religioso.
Junto con estos frailes llegó su celestial patrona, la Virgen de la Merced, advocación mariana del siglo XIII.
Esta Orden de la Merced, aprobada en 1235 como orden militar por el Papa Gregorio IX, logró liberar a miles de cristianos prisioneros, convirtiéndose posteriormente en una dedicada a las misiones, la enseñanza y a las labores en el campo social. Los frailes mercedarios tomaron su hábito de las vestiduras que llevaba la Virgen en la aparición al fundador de la orden.
La imagen de la Virgen de la Merced viste totalmente de blanco; sobre su larga túnica lleva un escapulario en el que está impreso, a la altura del pecho, el escudo de la orden. Un manto blanco cubre sus hombros y su larga cabellera aparece velada por una fina mantilla de encajes. En unas imágenes se la representa de pie y en otras sentada; unas veces se muestra con el Niño en los brazos y otras los tiene extendidos mostrando un cetro real en la mano derecha y en la otra unas cadenas abiertas, símbolo de liberación. Esta es la apariencia de la hermosa imagen que se venera en la Basílica de la Merced, en la capital limeña, que fue entronizada a comienzos del siglo XVII y que ha sido considerada como patrona de la capital.
Fue proclamada en 1730 "Patrona de los Campos del Perú"; "Patrona de las Armas de la República" en 1823; y al cumplirse el primer centenario de la independencia de la nación, la imagen fue solemnemente coronada y recibió el título de "Gran Mariscala del Perú" el día 24 de septiembre de 1921, solemnidad de Nuestra Señora de la Merced, desde entonces declarado fiesta nacional, ocasión en que cada año el ejército le rinde honores a su alta jerarquía militar de "Mariscala". La imagen porta numerosas condecoraciones otorgadas por la república de Perú y sus gobernantes e instituciones nacionales. En 1970 el cabildo de Lima le otorgó las "Llaves de la ciudad" y en 1971 el presidente de la República le impuso la Gran Cruz Peruana al Mérito Naval, gestos que demuestran el cariño y la devoción del Perú a esta advocación considerada por muchos como su Patrona Nacional.


ARTICULO. “BIOGRAFÍA DE SAN PIO DE PIETRELCINA” (25 mayo 1887-23 septiembre 1968)* ** En cuanto a mí, ¡Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz





ARTICULO. “BIOGRAFÍA DE SAN PIO DE PIETRELCINA”
(25 mayo 1887-23 septiembre 1968)* ** En cuanto a mí, ¡Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo!” (Gal 6, 14).

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED JUEVES 24 DE SEPTIEMBRE DE 2009.

Padre San Pío de Pietrelcina.
“En cuanto a mí, ¡Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz
de nuestro Señor Jesucristo!” (Gal 6, 14).

EL PADRE PÍO de Pietrelcina, al igual que el apóstol Pablo, puso en la cumbre de su vida y de su apostolado la Cruz de su Señor como su fuerza, su sabiduría y su gloria. Inflamado de amor hacia Jesucristo, se conformó a Él por medio de la inmolación de sí mismo por la salvación del mundo. En el seguimiento y la imitación de Cristo Crucificado fue tan generoso y perfecto que hubiera podido decir “con Cristo estoy crucificado: y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí” (Gal 2, 19).

Derramó sin parar los tesoros de la gracia que Dios le había concedido con especial generosidad a través de su ministerio, sirviendo a los hombres y mujeres que se acercaban a él, cada vez más numerosos, y engendrado una inmensa multitud de hijos e hijas espirituales.

Este dignísimo seguidor de San Francisco de Asís nació el 25 de mayo de 1887 en Pietrelcina, archidiócesis de Benevento, hijo de Grazio Forgione y de María Giuseppa De Nunzio. Fue bautizado al día siguiente recibiendo el nombre de Francisco. A los 12 años recibió el Sacramento de la Confirmación y la Primera Comunión.

El 6 de enero de 1903, cuando contaba 16 años, entró en el noviciado de la orden de los Frailes Menores Capuchinos en Morcone, donde el 22 del mismo mes vistió el hábito franciscano y recibió el nombre de Fray Pío. Acabado el año de noviciado, emitió la profesión de los votos simples y el 27 de enero de 1907 la profesión solemne.

Después de la ordenación sacerdotal, recibida el 10 de agosto de 1910 en Benevento, por motivos de salud permaneció en su familia hasta 1916. En septiembre del mismo año fue enviado al Convento de San Giovanni Rotondo y permaneció allí hasta su muerte.

Enardecido por el amor a Dios y al prójimo, Padre Pío vivió en plenitud la vocación de colaborar en la redención del hombre, según la misión especial que caracterizó toda su vida y que llevó a cabo mediante la dirección espiritual de los fieles, la reconciliación sacramental de los penitentes y la celebración de la Eucaristía. El momento cumbre de su actividad apostólica era aquél en el que celebraba la Santa Misa. Los fieles que participaban en la misma percibían la altura y profundidad de su espiritualidad.
En el orden de la caridad social se comprometió en aliviar los dolores y las miserias de tantas familias, especialmente con la fundación de la “Casa del Alivio del Sufrimiento”, inaugurada el 5 de mayo de 1956.

Para el Padre Pío la fe era la vida: quería y hacía todo a la luz de la fe. Estuvo dedicado asiduamente a la oración. Pasaba el día y gran parte de la noche en coloquio con Dios. Decía: “En los libros buscamos a Dios, en la oración lo encontramos.
La oración es la llave que abre el corazón de Dios”. La fe lo llevó siempre a la aceptación de la voluntad misteriosa de Dios.
Estuvo siempre inmerso en las realidades sobrenaturales. No era solamente el hombre de la esperanza y de la confianza total en Dios, sino que infundía, con las palabras y el ejemplo, estas virtudes en todos aquellos que se le acercaban.

El amor de Dios le llenaba totalmente, colmando todas sus esperanzas; la caridad era el principio inspirador de su jornada: amar a Dios y hacerlo amar. Su preocupación particular: crecer y hacer crecer en la caridad.

Expresó el máximo de su caridad hacia el prójimo acogiendo, por más de 50 años, a muchísimas personas que acudían a su ministerio y a su confesionario, recibiendo su consejo y su consuelo. Era como un asedio: lo buscaban en la iglesia, en la sacristía y en el convento. Y él se daba a todos, haciendo renacer la fe, distribuyendo la gracia y llevando luz. Pero especialmente en los pobres, en quienes sufrían y en los enfermos, él veía la imagen de Cristo y se entregaba especialmente a ellos.

Ejerció de modo ejemplar la virtud de la prudencia, obraba y aconsejaba a la luz de Dios.

Su preocupación era la gloria de Dios y el bien de las almas. Trató a todos con justicia, con lealtad y gran respeto.

Brilló en él la luz de la fortaleza. Comprendió bien pronto que su camino era el de la Cruz y lo aceptó inmediatamente con valor y por amor. Experimentó durante muchos años los sufrimientos del alma. Durante años soportó los dolores de sus llagas con admirable serenidad.

Cuando tuvo que sufrir investigaciones y restricciones en su servicio sacerdotal, todo lo aceptó con profunda humildad y resignación. Ante acusaciones injustificadas y calumnias, siempre calló confiando en el juicio de Dios, de sus directores espírituales y de la propia conciencia.

Recurrió habitualmente a la mortificación para conseguir la virtud de la templanza, de acuerdo con el estilo franciscano. Era templado en la mentalidad y en el modo de vivir.

Consciente de los compromisos adquiridos con la vida consagrada, observó con generosidad los votos profesados. Obedeció en todo las órdenes de sus superiores, incluso cuando eran difíciles. Su obediencia era sobrenatural en la intención, universal en la extensión e integral en su realización. Vivió el espíritu de pobreza con total desprendimiento de sí mismo, de los bienes terrenos, de las comodidades y de los honores. Tuvo siempre una gran predilección por la virtud de la castidad. Su comportamiento fue modesto en todas partes y con todos.

Se consideraba sinceramente inútil, indigno de los dones de Dios, lleno de miserias y a la vez de favores divinos. En medio a tanta admiración del mundo, repetía: “Quiero ser sólo un pobre fraile que reza”.

Su salud, desde la juventud, no fue muy robusta y, especialmente en los últimos años de su vida, empeoró rápidamente. La hermana muerte lo sorprendió preparado y sereno el 23 de septiembre de 1968, a los 81 años de edad. Sus funerales se caracterizaron por una extraordinaria concurrencia de personas.

El 20 de febrero de 1971, apenas tres años después de su muerte, Pablo VI, dirigiéndose a los Superiores de la orden Capuchina, dijo de él:
¡Mirad qué fama ha tenido, qué clientela mundial ha reunido
en torno a sí! Pero, ¿por qué? ¿Tal vez porque era un filósofo?
¿Porqué era un sabio? ¿Por qué tenía medios a su disposición?
Porque celebraba la Misa con humildad, confesaba desde la
mañana a la noche, y era, es difícil decirlo, un representante
visible de las llagas de Nuestro Señor. Era un hombre de
oración y de sufrimiento.
Ya durante su vida gozó de notable fama de santidad, debida a sus virtudes, a su espíritu de oración, de sacrificio y de entrega total al bien de las almas.

En los años siguientes a su muerte, la fama de santidad y de milagros creció constantemente, llegando a ser un fenómeno eclesial extendido por todo el mundo y en toda clase de personas.

De este modo, Dios manifestaba a la Iglesia su voluntad de glorificar en la tierra a su Siervo fiel. No pasó mucho tiempo hasta que la Orden de los Frailes Menores Capuchinos realizó los pasos previstos por la ley canónica para iniciar la causa de beatificación y canonización. Examinadas todas las circunstancias, la Santa Sede, a tenor del Motu Proprio “Sanctitas Clarior” concedió el nulla osta el 29 de noviembre de 1982. El Arzobispo de Manfredonia pudo así proceder a la introducción de la Causa y a la celebración del proceso de conocimiento (1983-1990). El 7 de diciembre de 1990 la Congregación para las Causas de los Santos reconoció la validez jurídica. Acabada la Positio, se discutió, como es costumbre, si el Siervo de Dios había ejercitado las virtudes en grado heroico. El 13 de junio de 1997 tuvo lugar el Congreso peculiar de Consultores teólogos con resultado positivo. En la Sesión ordinaria del 21 de octubre siguiente, siendo ponente de la Causa Mons. Andrea María Erba, Obispo de Velletri-Segni, los Padres Cardenales y obispos reconocieron que el Padre Pío ejerció en grado heroico las virtudes teologales, cardinales y las relacionadas con las mismas.

El 18 de diciembre de 1997, en presencia de Juan Pablo II, fue promulgado el Decreto sobre la heroicidad de las virtudes.

Para la beatificación del Padre Pío, la Postulación presentó al Dicasterio competente la curación de la Señora Consiglia De Martino de Salerno (Italia). Sobre este caso se celebró el preceptivo proceso canónico ante el Tribunal Eclesiástico de la Archidiócesis de Salerno-Campagna-Acerno de julio de 1996 a junio de 1997. El 30 de abril de 1998 tuvo lugar, en la Congregación para las Causas de los Santos, el examen de la Consulta Médica y, el 22 de junio del mismo año, el Congreso peculiar de Consultores teólogos. El 20 de octubre siguiente, en el Vaticano, se reunió la Congregación ordinaria de Cardenales y obispos, miembros del Dicasterio y el 21 de diciembre de 1998 se promulgó, en presencia de Juan Pablo II, el Decreto sobre el milagro.

El 2 de mayo de 1999 a lo largo de una solemne Concelebración Eucarística en la plaza de San Pedro Su Santidad Juan Pablo II, con su autoridad apostólica declaró Beato al Venerable Siervo de Dios Pío de Pietrelcina, estableciendo el 23 de septiembre como fecha de su fiesta litúrgica.

Para la canonización del Beato Pío de Pietrelcina, la Postulación ha presentado al Dicasterio competente la curación del pequeño Mateo Pio Colella de San Giovanni Rotondo. Sobre el caso se ha celebrado el regular Proceso canónico ante el Tribunal eclesiástico de la archidiócesis de Manfredonia-Vieste del 11 de junio al 17 de octubre del 2000. El 23 de octubre siguiente la documentación se entregó en la Congregación de las Causas de los Santos. El 22 de noviembre del 2001 tuvo lugar, en la Congregación de las Causas de los Santos, el examen médico. El 11 de diciembre se celebró el Congreso Particular de los Consultores Teólogos y el 18 del mismo mes la Sesión Ordinaria de Cardenales y Obispos. El 20 de diciembre, en presencia de Juan Pablo II, se ha promulgado el Decreto sobre el milagro y el 26 de febrero del 2002 se promulgó el Decreto sobre la canonización.

Sobre 200 mil personas acudieron a los actos de la canonización de San Pío de Pietrelcina celebrados en la Plaza de San Pedro, del Vaticano, el domingo 16 de junio del 2002.

PAPA JUAN PABLO II PROCLAMA SANTO AL PADRE PÍO DE PIETRELCINA

Roma, 17 (NE - eclesiales.org) En el curso de una multitudinaria celebración Eucarística el Papa Juan Pablo II canonizó ayer domingo al Padre Pío de Pietrelcina. Ante millares de fieles que colmaron la Plaza San Pedro y la Vía de la Conciliación, muchos de los cuales siguieron la Liturgia a través de pantallas gigantes, el Santo Padre proclamó santo al querido religioso capuchino y destacó su testimonio de oración y caridad, en medio de los aplausos y vivas de la multitud.

Como se esperaba, peregrinos de diversos lugares del mundo estuvieron presentes y siguieron con emoción la inscripción del Padre Pío en el catálogo de los santos oficialmente canonizados. Asimismo, entre los presentes se encontraban Consiglia De Martino y el niño Matteo Colella, las dos personas que atribuyen a la intercesión del Padre Pío un milagro y cuyos casos fueron utilizados en el proceso de canonización.

"La vida y la misión del Padre Pío testimonian que las dificultades y los dolores, si se aceptan por amor, se transforman en un camino privilegiado de santidad, que se adentra en perspectivas de un bien más grande, solamente conocido por el Señor," señaló el Papa durante su homilía. "¡Qué actual es la espiritualidad de la Cruz vivida por el humilde capuchino de Pietrelcina! Nuestro tiempo necesita redescubrir su valor para abrir el corazón a la esperanza."

"En el plan de Dios -señaló más adelante-, la Cruz constituye el auténtico instrumento de salvación para toda la humanidad y el camino explícitamente propuesto por el Señor a cuantos quieren seguirle". La "razón última de la eficacia apostólica del Padre Pío, la raíz profunda de tanta fecundidad espiritual, se encuentra en esa íntima y constante unión con Dios que testimoniaban elocuentemente las largas horas transcurridas en oración". "El Padre Pío -añadió- unía a la oración una intensa actividad caritativa de la que es expresión extraordinaria la "Casa de Alivio del Sufrimiento". Oración y caridad, esta es una síntesis sumamente concreta de la enseñanza del padre Pío, que hoy vuelve a proponerse a todos."

Según fuentes oficiales, el Padre Pío es el 462 santo proclamado por el Papa Juan Pablo II, quien a lo largo de su Pontificado ha beatificado también a 1,288 fieles.
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miércoles, septiembre 23, 2009

LA NOTA CORTA. “TU DIA MAS IMPORTANTE: HOY” ***El hombre cauto jamás deplora el mal presente; emplea el presente en prevenir las aflicciones futuras.




LA NOTA CORTA. “TU DIA MAS IMPORTANTE: HOY” ***El hombre cauto jamás deplora el mal presente; emplea el presente en prevenir las aflicciones futuras.(William Shakespeare)

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED MIERCOLES 23 DE SEPTIEMBRE DE 2009.

No me he detenido a enumerar las veces que he escrito mis reflexiones sobre el valor del tiempo para cada u de los seres humanos. Y aunque parezca un lugar común, un cliché, una frase trillada, lo cierto es que el tiempo integrado por el pasado, el presente y el futuro, nos afecta en tanto y en cuanto nos concentremos acentuadamente en alguno de esos tres momentos. El individuo que concentra toda su atención, su interés y esfuerzo en el pasado, permanecerá paralizado, sin posibilidades de superación y mucho menos de desarrollo y progreso. El presente es hoy mismo y nos demanda acción. El futuro está en el mañana, en el porvenir, no existe, pero seguramente vendrá, aunque pudiera ser que para nosotros es el futuro nunca llegue, por la razón sencilla de que nos sorprenda muertos. Por ello se sigue afirmando desde hace más de 2000 años que el futuro es doblemente incierto. En principio el futuro no sabemos si llegará, pensemos en la hipótesis de que el mundo se acabase, entonces ya no habrá futuro. Pero supongamos que el mundo continúa su marcha ordinaria y normal y en consecuencia no desaparezca, el futuro llegará, pero no sabemos si llegará para nosotros. Por eso es doblemente incierto. En las próximas líneas nos detendremos en algunos aspectos que nos obligan a concluir que el día importante de nuestra vida, es el día de hoy, el día presente. Es una necedad, un absurdo, que no vivamos el cada día como si fuese el último de nuestros días. Es decir llenar de plenitud tanto espiritual, material, como emocionalmente, el día presente que nos toca vivir. No permitas que el pasado se apodere de ti, ni mucho menos que el futuro te haga su esclavo. De ninguna manera me estoy refiriendo a la actitud de no valorar el pasado, ni meditar sobre futuro. Lo que deseo decir es que ambos segmentos del tiempo no tienen la importancia en ni el efecto exagerado que nosotros le atribuimos, por la razones que ya hemos expresado. El pasado es solamente pasado, ya no puedes cambiarlo, solamente sirve para no cometer los mismos errores en el tiempo presente o para recordarlo alegremente y estimular esta vía la confianza, la alegría, la esperanza y la seguridad de que todo va a salir bien en el dia presente. El futuro es una ilusión, uña quimera, una realidad sin concreción, es una aspiración o una consecuencia que no sabemos si se producirá.

Los siguientes aspectos valdrían la pena analizarlos:
1.-Para vivir felizmente, con alegría y mucha paz tu día presente, es común y recomendable que dejes a un lado la antipatía pues ella te excluye, te margina, te hace insociable y construye muros que hacen inaccesible la relación de las personas de tu entorno, contigo.

2.-Un factor muy importante para el condicionamiento de un buen día, es deslastrarnos de toda la agresividad que pueda residir en nuestros niveles de consciencia interna. La agresividad genera odios. El odio actúa como una sentencia de muerte a las posibilidades de vivir plenamente el día presente. El odio es contrario al menor atisbo de alegría, de felicidad, de paz, de amor, de comprensión, de tolerancia y de respeto.
3.-Es imposible que nuestra química, que nuestro carácter o bien nuestra personalidad sea tan extraordinaria para "hacerle sangre a todo el mundo" o "caerle bien a todo el mundo"; como anillo al dedo le viene la letra de la canción a lo que se ha aseverado... "no soy monedita de oro". Pero lo que sí es posible lograr, son mejores relaciones con los demás, tratando de barnizar nuestra personalidad y nuestro carácter, de modo que seamos más accesibles a los otros. No es que quiera decir que nos transformemos en especies de payasos, de saltimbanquis o de bufones sociales, para lograr tener un buen día. Nunca debe olvidarse que la dignidad humana está por encima de muchas cosas. Pero siempre habrá oportunidad de ser menos toscos, menos gruñones y menos neurasténicos. Lo contrario de la antipatía es la simpatía, y esta es uno de los mecanismos más eficaces y eficientes para rodearse de situaciones y personas contentas, agradables, o como dirían los jóvenes de hoy: rodeados “de buena vibra”.

Finalmente, la elección es suya, amigo lector. Puede seguir siendo un dinosaurio, o tal vez soñar despierto con grandes catástrofes, o a dedicarle ese tiempo suyo de vida del dia presente, a realizar cosas buenas, a ser solidario con el prójimo, a bendecir a los demás, a ser justo y honesto, a expresar palabras bonitas y tiernas no solamente a su familia sino a sus amigos y a todo el que le rodea. En definitiva, los que les sobrevivan lo único que tendrán de usted serás los gratos recuerdos, solo los buenos ratos y los buenos momentos que compartió con ellos. Adelante, da paso al entusiasmo, a la alegría de vivir, celebra que tú eres un hijo de Dios y en consecuencia depositario de sus magníficas y grandes bendiciones. Ánimo, gozo, alegría...



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ORACIÓN“¿DIOS CON NOSOTROS, QUIEN EN CONTRA NUESTRA?”





ORACIÓN“¿DIOS CON NOSOTROS, QUIEN EN CONTRA NUESTRA?”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA AMÉRICA DEL SUR
REDACTADA Y PUBLICADA MIERCOLES 23 SEPTIEMBRE DE 2009.

O R A C I Ó N
Por lo demás, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio. Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también los justificó; a los que justificó, a ésos también los glorificó. Ante esto ¿qué diremos? Si Dios está por nosotros ¿quién contra nosotros? El que no perdonó ni a su propio Hijo, antes bien le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él graciosamente todas las cosas? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es quien justifica. ¿Quién condenará? ¿Acaso Cristo Jesús, el que murió; más aún el que resucitó, el que está a la diestra de Dios, y que intercede por nosotros? Amen y amen… (Fragmentos de la Epístola de San Pablo a los Romanos, capítulo 8)





C O M E N T A R I O
(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)

La condición de hijos de Dios es un privilegio concedido por nuestro propio creador. El nos dio la vida, el libre albedrío y la capacidad de elegir y decidir según nuestra voluntad. Lo que ocurre es que los seres humanos somos en algunas oportunidades muy débiles y poco resistentes ante los continuos ataques del padre de la mentira, del demonio o de cualquiera de sus manifestaciones. Por otra parte no confiamos lo suficientemente en la santa voluntad y el poder de nuestro gran Dios. Nuestra fe es frágil, flexible, blanda y la mayor parte de las veces se desmorona frente a cualquier dificultad o adversidad que se nos presente, independientemente de que ésta sea muy pequeña o de importancia menor. No es conveniente olvidar que Dios Padre, para reivindicar al hombre con ocasión de su desobediencia o pecado concretado en el edén, decidió por la misericordia suya ,enviar a su mismísimo hijo nuestro señor Jesucristo, a quien le instruyó la misión salvífica de la humanidad. Como efecto de esta celestial decisión, Jesús, el verbo encarnado, humano como nosotros, pero distinto en cuanto a que nunca cometió pecado, se sometió voluntaria y libremente a un sacrificio que lo llevaría a una muerte desgarradora, extremadamente dolorosa, ignominiosa, deshonrosa, en la cruz, en el madero del suplicio, en el Gólgota de la injusticia. Tan ilimitado es el amor de Dios hacia el hombre, que prefirió sacrificar a su propio hijo para salvar el alma de sus criaturas. Y es tan grande la obediencia y el profundo sentimiento de solidaridad, cariño, afecto y amor de nuestro señor Jesucristo por nosotros, en su condición de hermano nuestro y de hijo de Dios, que en sus últimas palabras, antes de exhalar su último suspiro, pidió a su Padre que también es nuestro padre, que perdonara a sus verdugos porque no sabían lo que hacían. He allí el papel mesiánico y redentor de Jesús. Entonces ¿por qué dudamos de la veracidad de las promesas y de las palabras y enseñanzas de Dios? ¿Cuáles son las razones por las cuales nuestra fe no , es que vivimos alejados de la palabra de Dios. No escudriñamos la santa Biblia, ni procuramos el encuentro diario con Dios. Si realmente viviésemos bajo la tutela el control, la orientación y la protección de nuestro buen Dios, otra sería nuestra realidad. San Pablo al dirigir su epístola a los romanos nos recuerda: " Por lo demás, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio.
Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos;
y a los que predestinó, a ésos también los justificó; a los que justificó, a ésos también los glorificó. Ante esto ¿qué diremos? Si Dios está por nosotros ¿quién contra nosotros?”
Animo, gozo, alegría...


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