Los mensajes contenidos en este vídeo no constituyen una verdad racional, sino más bien una especie de sentencia bíblica y que tiene que ver, fundamentalmente con ésa actitud tan común en nosotros los seres humanos, de anteponer los principios e intereses particulares por encima de cualquier otro valor, objeto y finalidad. Es el egoísmo del hombre llevado a la praxis de su existencia. Es el lunar que nos ha dejado la violación y desobediencia en la cual incurrimos cuando nos encontrábamos en el paraíso, en el edén. Justo allí destruimos el plan de Dios que nos garantizaba vida en abundancia, paz duradera y felicidad máxima. La rutina de nuestras vidas hace plausible las actitudes egoístas, mezquinas, insolidarias, indolentes, injustas, carentes de caridad y algunas veces inhumanas. En la palabra de Dios se encuentra la solución a esta problemática. Esa palabra nos sugiere que debemos pensar en el prójimo, en el mundo que nos rodea y en la posibilidad de ayudar siempre al necesitado, al menesteroso, al enfermo y todo aquel que requiera de algún tipo de ayuda. Si seleccionamos esta última forma de vida, tal vez nos enfrentemos a muchos problemas por estar blandiendo el instrumento y arma de la verdad, pero ganaremos la aprobación de Dios y en consecuencia habremos obtenido el pasaporte hacia la eternidad y hasta una vida plena en justicia y en verdad.
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