POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
GRABADO EN JUEVES 11 DE DICIEMBRE DE 2008.
TRASLADADO A LA RED EN DOMINGO 04 ENERO DE 2009.
Trabajar y descansar forman parte de un binomio indisoluble, necesario y adecuado. El trabajo no es una condena, no es una sanción, no constituye un mal necesario. Por el contrario el trabajo es un mecanismo que le permite el hombre edificarse, reforzar sus valores humanos y específicamente los vinculados con la ética, con la moral, con las buenas costumbres, con la reciprocidad, con el deseo de superación y lo que es más importante: el cumplimiento de un mandato primigenio de nuestro creador: "comerás tu alimento con el sudor de tu frente", expresión está en franca alusión al trabajo como instrumento útil para generar los alimentos necesarios para la propia subsistencia. Y a partir de ése primer mandamiento, nos encontramos en la santa Biblia como multiplicidad de sentencias, máximas y además órdenes impartidas por el propio Dios a través de Jesucristo, según las cuales el trabajo es necesario para poder subsistir y vivir de manera lícita, sin dañar los intereses de los otros, ni mucho menos sus bienes. Todos tenemos que trabajar. Pero como contraprestación existe también el descanso que en primer término se requiere que cada trabajador lo practique y lo cumpla, pues el, es un modo de recuperar las energías perdidas durante cierto período de tiempo en el cual sea ha laborado de manera ininterrumpida. De tal manera que en principio el descanso es biológicamente imperativo, necesario y vital, para impedir que el individuo perezca por la carencia del descanso y por el abuso en el que pueda incurrir al someter a su cuerpo a grandes jornadas de trabajo sin ningún tipo descanso. La ciencia médica, la psicología, la psiquiatría, la sociología, el derecho y otras que tienen como objeto de estudio el trabajo en algunas de sus manifestaciones, nos dan las argumentaciones pertinentes para justificar la figura del descanso, el cual es obligatorio en todas las legislaciones de los diferentes países. A continuación transcribo algunas otras opiniones de terceros, respecto al tema que hemos abordado.
"En estos días el trabajo es visto como pura obligación o, por lo contrario, como una esperanza mesiánica. Nuestra cultura moderna con frecuencia ha transformado al trabajo en una labor pesada, un mal necesario. Esto es reforzado, irónicamente, por los aparatos para evitar el trabajo que reclaman, que hacen la tarea más fácil. Cuanto más consideramos cómo evitar el trabajo, más nos quejamos cuando tiene que ser hecho. El valor del trabajo puede también exagerarse, exactamente el error opuesto.
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El descanso
Descansamos imitando el patrón divino de la creación (Génesis 2:2; Éxodo 31:15). Y lo hacemos imitando el patrón divino de la redención. El apóstol Pablo le dice al ladrón que no robe más, sino que trabaje en algo útil con sus manos, para tener lo suficiente para compartir con los necesitados (Efesios 4:28). Es bueno trabajar. Pero también es bueno compartir con aquellos que no pueden trabajar. Esto es así porque Dios ha "trabajado" para comprarnos, al alto costo de su crucifixión, a fin de tener el don de la salvación para compartirlo con nosotros que necesitábamos la redención.
Este principio tiene mucho más alcance que el Sabbat. El descanso es bueno. ¿Por qué necesitamos dormir cerca de un tercio de nuestra vida? Piénselo. Dios nos podría haber hecho mucho más productivos si no tuviéramos que detenernos durante tanto tiempo. Pero el refrigerio es mucho más que funcional. Es una señal. Pablo les dice a sus lectores que fue confortado por su amigo Onesíforo mientras sufría en prisión (2 Timoteo 1:16). Noé, cuyo nombre es un homónimo de "comodidad", trae alivio "de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos" (Génesis 5:29). Aún las tierras en el Antiguo Testamento tenían que descansar por un tiempo. Dormir es un descanso legítimo. Hay un tiempo para no dormir, por supuesto (Marcos 14:41), pero hay un tiempo "para hacer la cama", pues sabemos que Dios está en el control. La vida no es utilitaria. Se basa en la gracia de Dios. Las flores no trabajan, sin embargo, son vestidas con gran belleza.
Si este es el principio, entonces, ¿cuál es la práctica? ¿Cuáles son algunas de las formas de entretenimiento para el creyente serio que trabaja duramente hoy en día? ¿Puede nuestra adoración a Dios encontrar expresiones que también pueden disfrutarse? Bien, para comenzar, "el Dios vivo nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos" (1 Timoteo 6:17), pero, aún así, debemos elegir. Para mí existen cuatro formas de entretenimiento de adoración".(--Nota: Este artículo lo tomamos del internet y según la reseña, lo envío un miembro de un grupo de Yahoo. El autor es el hermano William Edgar....sic....)
Tales son algunas opiniones respecto del trabajo y del descanso. Remitimos al lector las probables conclusiones a las que arribe, no sin antes ver, escuchar y examinar el vídeo reflexivo que se acompaña.
CÓDIGO DE ACCESO PARA VER EL VÍDEO.
EIQUETAS: TRABAJAR Y DESCANSAR, FLOJERA Y OCIO, DESCANSO Y FLOJERA,
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