VÍDEO REFLEXIVO”JESÚS ES BAUTIZADO”. COMENTARIO
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
GRABADO EN JUEVES 08 DE ENERO DE 2009.
PUBLICADO EN LA RED : LUNES 02 FEBRERO DE 2009.
Transcribo a manera de introducción estas reflexiones que ruego a DIOS Y A NUESTRA VIRGEN MARÍA MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA, sirvan para clarificar nuestras dudas. dejo a salvo lo que oficialmente opina la Santa Iglesia Católica ,tanto en el catecismo, como los otros documentos de impretermitible cumplimiento.
"EL BAUTISMO DE JUAN
El bautismo de Juan era un rito de iniciación bajo formas nuevas. Tiene su modelo tanto en los ritos bautismales de los esenios del Qumrán, que acogía mediante este bautismo a los nuevos miembros en su alianza religiosa, determinada por la idea escatológica. El bautismo de Juan es bautismo de penitencia en orden al perdón de los pecados y por ello exige frutos dignos de penitencia (Mt 3,8). Es preparación para el futuro reino de Dios y a la vez una referencia al bautismo por «el Espíritu y el fuego», que Cristo nos proporcionará (Lc 3, 16). El bautismo por tanto es conferido también a los judíos ya circuncidados y sólo se recibe una vez. Tertuliano considera el bautismo de penitencia de Juan como la acción anticipada del bautismo y santificación auténticas en Cristo. El concilio de Trento formula: "el que diga que el bautismo de Juan tiene el mismo efecto de grada que el bautismo de Cristo, sea anatema" (D 857).
EL BAUTISMO DE JESÚS.
Jesús se hace bautizar por Juan (Mc 3,13) para que se cumpla toda justicia (Mt 3,15), porque Cristo ha tomado sobre sí (Jn 1,29) los pecados del mundo como cordero de Dios (lb Jn 19,36). Al mismo tiempo Juan pedirá en la revelación de después del bautismo de Jesús la prometida claridad acerca del Mesías (Jn 1,31). El bautismo cristiano ha de estar configurado y preparado en el bautismo de Cristo. El bautismo que los apóstoles confirieron siguiendo el bautismo de Juan, era igualmente, contra la opinión de san Agustín y de santo Tomás, un mero bautismo de penitencia, como el bautismo del Precursor. Si el bautismo en el Jordán ha de considerarse como base radical del bautismo cristiano instituido por él después de la muerte y resurrección, esta revelación de Dios con motivo del bautismo de Jesús, es de gran importancia también para entender el sentido del bautismo cristiano.
La Iglesia es el cumplimiento del antiguo püeblo de Dios y como aquél, tiene también su propio rito de iniciación, que consiste en el bautismo ordenado y fundado por Cristo, como resulta del primer sermón de san Pedro en la fiesta de Pentecostés, donde a la pregunta del pueblo, "¿hermanos, qué hemos de hacer?", da la respuesta: "Convertíos, y que cada uno de vosotros se bautice en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hch 2,38). La comunidad primitiva confirió el bautismo desde el comienzo, y sin excepción y en forma obligatoria, como lo muestra la narración de los Hechos de los Apóstoles (2,41), en la fiesta de Pentecostés: (8,12); Felipe en Samaría (836); el etíope, (9,18); Pablo, (10,47); Comelio por medio de Pedro (19,5); los discípulos de Juan en Éfeso. Y esto ya desde el siglo III, según consta por las Catequesis mistagógica de de San Cirilo de Jerusalén.
EL BAUTISMO FUE INSTITUIDO POR JESUCRISTO
Ésta es la doctrina de la revelación, subrayado en Trento (D 844 - DS 1601) y en el decreto Lamentabili (1907). La predicación de Jesús en los sinópticos menciona como condiciones para la entrada en el reino de Dios únicamente la conversión y la fe. Sólo del resucitado se narra (Mt 28, 19) que en su mandato misional, que es la base de su fundación de la Iglesia, ordenó bautizar en el nombre del Padre y del Hlio y del Espíritu Santo. Juan nos informa acerca de la conversación nocturna del fariseo Nicodemo con Cristo, en la que éste explica como condición para la entrada en el reino de Dios: "Quien no nace de agua y de espíritu, no puede entrar en el remo de Dios” (Jn 3,3). En la siguiente narración sobre el bautismo que Jesús ordenó administrar a los apóstoles, por lo que éstos disputaron con los discípulos de Juan (Jn 3.22), muestra que con este renacimiento se hace alusión al hecho del bautismo.
San Pablo en su carta a Tit 3,5 llama al bautismo "baño regenerador del Espíritu Santo" y explica el bautismo sobre la base de su místíca de Cristo, en el sentido teológico-mistérico (GaI 3,27 en 1ª Cor 12,13 y en Rom 6,2). El bautismo cristiano, prefigurado ya en el bautismo de Juan, fue anunciado por los profetas. Así habla Ez 36,25: "Os rociaré con agua limpia, quedaréis limpios... Os daré un corazón nuevo y pondré en vuestro interior un espíritu nuevo; quitaré de vuestro cuerpo el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Pondré mi espíritu en vuestro interior y haré que procedáis según mis leyes... Residiréis en el país que di a vuestros padres y seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios". De forma similar dice Zac 13, 1: “En aquel día habrá una fuente abierta para los habitantes de Jerusalén contra el pecado y la inmundicia”. En la época de Jesús era convicción general que el bautismo del perdón de los pecados debería ser proporcionado por el Mesías, por lo que los enviados de los fariseos preguntan a Juan el Bautista (Jn 1,25): "'Entonces ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías...?"
El carácter de iniciación y el efecto de remisión de los pecados por el bautismo resulta visible en la tipologfa Adán = Mesías conocida ya por el judaísmo en tiempos de Jesús: "el primer Adán terreno es figura del segundo Adán celestial, Cristo (1 Cor 15,45). Como el primer Adán condujo a la humanidad al pecado, así el segundo Adán ha proporcionado la salvación a todos (Rom 5,12). Cristo trae por ello la nueva creación (2 Cor 5,17), él es el primogénito de toda la creación (Col 1,15), y cada uno de los hombres debe despojarse del hombre viejo (Adán) y vestir el hombre nuevo (Cristo) (Col 3,9). Aquí resulta con claridad el sentido histórico-salvífico del bautismo como rito de iniciación cristiana.
En la edad media sobre todo, surgió una controversia sobre cuándo y como instituyó Cristo el sacramento del bautismo, y hay diversas oplniones: Según San Bernardo de Claraval. Estius y otros, en la conversación con Nicodemo (Jn 3,1). Según San Gregorio Magno, San Agustín, el seudo-Dionisio Areopagita, Pedro Lombardo, Santo Tomás de Aquíno y el Catecismo romano, Jesús instituyó el bautismo en su propio Bautismo. Aquí, según la doctrina de estos teólogos, Cristo santificó el agua, aquí se manifestó la Trinidad, en cuyo nombre se confiere el bautismo. La mayor parte de los teólogos ven la institución del bautismo en el mandato de bautizar dentro del envío misional después de la resurrección del Señor (Mt 28,19). Así lo afirma Tertuliano: “Nuestra muerte sólo pudo borrarse por la pasión del Señor, nuestra vida no se ha podido restaurar sin su resurrección. Lo mismo enseñan Juan Crisóstomo, San León Magno y Alejandro de Hales. Hay que preguntarse si el mandato del bautismo no supone la institución del bautismo como fundación de Cristo y hasta qué punto la formulación del mandato misional no es ya teología de la comunidad. San Buenaventura compendia inteligentemente los diferentes momentos: Cristo instituyó el bautismo materialmente en su propio bautismo por Juan. Formalmente en el mandato de bautjzar, efectivamente por su muerte y por la misión del Espíritu Santo, y finalmente en la conversación de Nicodemo, donde muestra su necesidad. Cristo insinuó primeramente el bautismo (Mt 3,13); después lo instituyó (Jn 3,22 y finalmente lo ordenó (Jn 19.34), que son las tres etapas de desaIlo que siguió en la institución de la eucaristía y en el primado de Pedro.”
(TOMADO DE Discurso sobre la Suma Teológica de Santo Tomas de Aquino El Sacramento del Bautismo Autor: Padre Jesús Martí Ballester
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ETIQUETAS: BAUTISMO Y SIGNO, SER BAUTIZADO ES SER CRISTIANO,
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