LA NOTA CORTA."LA VERDADERA REVOLUCIÓN”
POR PROF. DR.MERVY ENRIQUE GONZALEZ FUENMAYOR.
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA .AMÉRICA DEL SUR.
TRASLADO A LA RED LUNES 27 OCTUBRE DE 2008.
Desde hace un largo tiempo el vocablo revolución se ha venido utilizando insistentemente en diferentes etapas del desarrollo de la sociedad y de la humanidad. La revolución traduce cambio, transformación, modificación, alteración, es decir sustitución en todo o en parte de una realidad preexistente. Esta realidad puede ser variopinta. Por ello el lector podrá localizar, encontrar y precisar toda una clasificación de las revoluciones, en virtud de que la finalidad, el contenido, los postulados en los que se afianza. Sus propósitos y objetivos suelen ser diversos, de allí que muchos hablen de revolución política, revolución social, revolución económica, revolución estudiantil, revolución académica, revolución científica, revolución religiosa, revolución étnica, revolución filosófica, en fin, dependiendo de su contenido y los aspectos que toca esa revolución, se derivará su nombre, filiación y bandera. Esta breve introducción hace plausible que nos refiramos indefectiblemente al significado que la real academia de la lengua española le ha concedido a tan sonoro, manoseado y ene veces utilizado término. Veamos:
revolución.
(Del lat. revoluti(o, -o-nis)
1. f. Acción y efecto de revolver o revolverse.
2. f. Cambio violento en las instituciones políticas, económicas o sociales de una nación.
3. f. Inquietud, alboroto, sedición.
4. f. Cambio rápido y profundo en cualquier cosa.
5. f. Astr. Movimiento de un astro a lo largo de una órbita completa.
6. f. Geom. Rotación de una figura alrededor de un eje, que configura un sólido o una superficie.
7. f. Mec. Giro o vuelta que da una pieza sobre su eje.
El contenido del o los significados de la voz revolución es anfibológico, presenta o pudiera presentar varias interpretaciones. Ello explica porque algunos pueblos, sociedades, naciones, se ven engañadas por el discurso, los mensajes y la verborrea de políticos y personajes sin conciencia que pretenden asumir el poder so pretexto de lograr una transformación profunda en las estructuras en la que descansa ese pueblo, esa sociedad, esa nación. Así ha ocurrido en diferentes momentos de la humanidad y también con diferentes naciones y sociedades. Hoy el mundo latinoamericano es víctima de esa situación. A propósito del cambio que es necesario en nuestros pueblos ,ya que la injusticia ha sido el signo palpable de sus economías y de sus sociedades; hoy charlatanes de toda estirpe, personajes que se visten de corderos cuando realmente son lobos feroces, andantes y hablantes de engañifas, fraudes y estafas, quieren y en algunos casos lo han logrado, la toma del poder, no para producir los cambios que nuestros pueblos pobres exigen --- bien desde el punto de vista económico o bien desde tu entrevista intelectual, moral o ético, ya que existen países que aún siendo ricos desde el punto de vista material, no lo son desde el punto de vista espiritual, moral o ético - - - sino para abultar sus bolsillos, apoderarse de los recursos económicos de estos pueblos y aún abusarlos, atrofiarlos y mantenerlos subordinados mediante el ejercicio de la violencia, del oscurantismo y de doctrinas falsas , a Dios gracias superadas, tales como el marxismo, el comunismo, el socialismo como el autoritarismo, la autocracia etc. etc.
Si bien es cierto que la humanidad, como ya se ha dicho, necesita transformaciones profundas para reconciliarse con la justicia, con la verdad, con el respeto los derechos humanos, con el respeto a la libertad individual y colectiva, con la solidaridad, con la provisión de alimentos necesarios para quienes viven en la indigencia y la miseria, con la construcción de muchísimas viviendas para que nadie sin excepción permanezca en la intemperie, sufriendo los embates del clima, del medio ambiente, no es menos cierto que la verdadera revolución debe necesariamente vincularse con la dignidad humana, aquí se resume, se fundamenta, se afianza y se proyecta la verdadera esencia del ser humano. La dignidad es un valor irrenunciable, inalienable, de respeto imperativo y un bien que por mandato de Dios debe ser protegido, promocionado, salvaguardado e impone la obligación de todos los seres humanos que la misma no sea violada ni desconocida.
La dignidad como valor está en el mismo nivel de los derechos humanos, ella en si misma es un derecho humano, el derecho a la dignidad es norma jurídica integrante de todas las constituciones del mundo, de las cartas fundamentales o cartas magnas de todos los estados de la tierra. Es un valor substancial a la persona, consustancial a ella, por lo tanto es un valor personalísimo. Algunos sociólogos, psicólogos y especialistas en ciencias sociales han llegado a afirmar que la dignidad es el conjunto de todos los valores personales. Por lo tanto es la sumatoria según mi criterio de todos aquellos otros valores que orientan la vida del ser humano, es el producto decantado de todos los principios éticos, morales y de vida que constituyen el patrimonio de la persona. En la familia, la sociedad, en la nación, en el pueblo, la dignidad es emblema, signo y bandera de lo individual y de lo colectivo. La dignidad humana en particular hace que se genere en un grupo determinado su característica, su idiosincrasia, su ideología, su pirámide axiológica. Con relación a este tema, resulta ilustrativo transcribir algunas líneas que he extraído del libro: " VALORES DE CADA DÍA" cuya autoría es del presbítero CIRÍACO IZQUIERDO (EL HATILLO. VENEZUELA. EDITORIAL SAN PABLO. SEPTIEMBRE. 2003. PAG. 61):
"El género humano necesita redescubrir que la genuina dignidad del hombre de la mujer es, ha sido siempre: ser personal y que esto implica no sólo ser en si mismo, sino también ser para los demás. El ser humano, no encuentra su plenitud dentro de sus propios límites, sino en la capacidad de abrirse y darse sinceramente a los demás.
La revolución de la dignidad humana la harán aquellos hombres y mujeres que crean en la libertad y la justicia, con medios pacíficos, dispuestos a sacrificarse a si mismos por este noble ideal. Lo que hoy necesita nuestro mundo es una revolución de la dignidad humana, donde la ética prevalezca sobre la técnica, donde la " cultura del ser" vaya por delante de la " cultura del tener", donde las personas tengan " dignidad" y no " precio", donde la solidaridad predomine sobre los egoísmos individuales y de grupo, donde la paz estable y firme sea el fruto maduro de la justicia. Ésta revolución la deberían hacer diariamente todas aquellas personas que creen sinceramente en la dignidad humana."(IZQUIERDO Ciríaco, VALORES DE CADA DIA,ob cit)
Está claro entonces que los revolucionarios reales y verdaderos son aquellos que creen en la familia como célula fundamental de la sociedad, frase esta que aunque trillada, resulta emblemáticamente poderosa y descriptiva para referirnos a las bases más importantes del individuo y del colectivo. El verdadero revolucionario no viola la justicia, la promociona, la programa, la defiende y lucha denodadamente por ella. El que se dice revolucionario, respeta el derecho de los demás, es solidario ante la miseria de otros y la tragedia del prójimo. Es un adalid de la bondad, de la misericordia y de la piedad. El auténtico revolucionario ondea las banderas de la paz, soluciona los conflictos mediante el diálogo, allanando las diferencias y haciendo que las coincidencias y similitudes sean mayores a aquellas. La revolución en definitiva es transformación de lo bueno para lo mejor y de la miseria para la riqueza, de la maldad para la bondad, de la racionalidad para la espiritualidad. Por más que el hombre pretenda huir de Dios y de sus enseñanzas, por más que pretenda negar su existencia y desear vivir lejos de su orientación y guía, no lo logrará. Más temprano que tarde este hombre habrá de darse cuenta que la vida no es posible sin Dios. Para algunos esta gran verdad llega en el ocaso de sus vidas, cuando la vejez ha tocado la puerta de su existencia, pero aún en este caso Dios te da la oportunidad de tener un encuentro personal con el, de arrepentirte, de pedirle perdón y aunque no te quede tiempo ya para deshacer tus errores, para cambiar las consecuencias negativas de tus actos, Dios te perdonará pues él no hace acepción de personas. No obstante es mejor no llevar sobre nuestra espalda el fardo de nuestros errores, acciones, omisiones y pecados, por lo que aún tienes la gran oportunidad de transformarte interiormente, y poder transformar a los demás y al mundo externo. Recordemos lo que nos dice san Pablo: " RENOVAOS LA TRANSFORMACIÓN DE VUESTRA MENTE”. Si quieres ser un verdadero revolucionario, anótate en el libro de la vida, en el libro de Dios, en el libro de los creyentes, en el libro de los justos, en el libro de los solidarios, de los piadosos, de los misericordiosos, de los caritativos, de los que practican la verdad, de los que caminan en la luz, de los que poseen y respetan la dignidad humana. Todo ello, aunque el lector avieso no lo reconozca, se puede sintetizar en el nuevo mandamiento que Jesús nos dio: "amarás al señor tu Dios con toda la fuerza, con todo tu corazón y con toda tu mente… y al prójimo como a ti mismo”. Animo, gozo, alegría...
Etiquetas: revolucionario, revolución, sintetizar, adalid, axiología, anfibológico,
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