domingo, octubre 11, 2009

ORACIÓN“EL TIEMPO DE DIOS ES PERFECTO”




ORACIÓN“EL TIEMPO DE DIOS ES PERFECTO”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED DOMINGO 11 OCTUBRE DE 2009.

O R A C I Ó N
Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol: un tiempo para nacer un tiempo para morir, un tiempo para plantar un tiempo para arrancar lo plantado; un tiempo para matar un tiempo para curar, un tiempo para demoler un tiempo para edificar; un tiempo para llorar un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse un tiempo para bailar; un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse; un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar un tiempo para tirar; un tiempo para rasgar un tiempo para coser, un tiempo para callar un tiempo para hablar; un tiempo para amar un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz. Amen y amen… (Fragmentos del libro de Eclesiastés, capítulo 3)


COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)
Cada cosa en esta vida tiene su oportunidad. Y es Dios con su infinita sapiencia, quién sabe y precisa cuál es el momento y la oportunidad para pensar y actuar. Por ello debemos alabar y bendecir a nuestro Dios, al tiempo que le agradecemos que nos conceda siempre discernimiento, su inteligencia y su sabiduría para determinar el momento exacto de cada una de las actuaciones, decisiones y cualquier otro asunto que debamos resolver. Bendito sea tu nombre, alabado sea por siempre el nombre del señor Jesús. La oración que hemos transcrito, se podría decir, que constituye una especie de bitácora existencial, la que debemos tener siempre en cuenta y no dejarla del lado. Por eso la expresión "EL TIEMPO DE: DIOS ES PERFECTO”. Los fracasos y las derrotas suelen materializarse por causa de no haber actuado o tomado decisiones en el tiempo adecuado, pertinente, oportuno. Los seres humanos, a veces, nos dejamos motivar y convencer por nuestros impulsos, por nuestros instintos, y acabamos por desarrollar esfuerzos tras el intenso deseo de lograr cosas, ignorando que todo tiene su tiempo y que por más que se desee alcanzar algún objetivo, este no se obtendrá, si las cosas no se hacen bien y además en su debido momento. Una antigua expresión popular, refrán, o máxima de experiencia reza: "NO POR LEVANTARSE TEMPRANO, AMANECE MÁS RÁPIDO". De allí que hay tiempo para todo, para trabajar, para descansar, para la tristeza pero también para alegría ,tiempo de agitación pero también tiempos de paz, tiempos de iniciar la tarea pero también tiempo para terminarla, hay tiempo para sembrar pero también tiempo para cosechar, hay tiempo para hablar pero también tiempo para callar, hay tiempo para reír pero también hay tiempo para llorar, hay tiempo para la lamentación y la soledad, pero también hay tiempo para celebrar y estar felizmente acompañado, hay tiempo para discutir una verdad pero también hay tiempo para reconocer que no se la tiene, hay tiempo para cometer errores pero igualmente hay tiempo para enmendarlos, hay tiempo para enamorarse pero de igual manera hay un tiempo en que se debe estar solo, hay tiempos de guerra pero necesariamente los habrá de paz, hay un tiempo para nacer y vivir, pero aunque no lo queramos, también hay un tiempo para morir. Lo importante es vivir confiadamente en el señor y entregarle el control de nuestra vida, de nuestros pensamientos, de nuestras actitudes, de nuestras acciones, de nuestro comportamiento, de nuestros afectos, de nuestras aprehensiones, en fin antes de hablar y actuar, debemos encomendarnos a nuestro buen Jesús, el tiene para nosotros palabras de agua viva, de amor eterno, de luz celestial, el nos hace la carga más liviana, nadie ha quedado defraudado si busca su orientación, protección y su permanente presencia. El nos dijo a través de sus discípulos: "Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien cree en mi, y viene a mi, tendrá vida eterna. Ánimo, gozo, alegría...

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