Por: Prof. DR.MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.
Maracaibo-Estado Zulia-Venezuela-América del Sur.
Impresa en jueves 26 de Junio de 2008, Hora: 02:31p.m.
Tomada de su versión original: miércoles 21 de enero de 1998
(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…” que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radioeléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).
O R A C I Ó N
Tú, Cristo eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre adquiriste para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación. De ellos hiciste un Reino: Sacerdotes de nuestro Dios y ellos reinarán sobre la tierra. Digno es el Cordero que fue degollado. Digno es de recibir poder, riqueza, sabiduría, honor, gloria y alabanza. Al que está sentado en el trono y al Cordero alabanza y honor, gloria y poder, por todos los siglos. Amén y amén…
C O M E N T A R I O
(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)
Cuando conversamos con el Señor y reconocemos en Él la propiedad sobre la Vida y sobre todo cuanto se mueva en esta tierra, en el aire, en el agua, debajo de la tierra, sentimos ese amor infinito del Señor y vemos en él la vida infinita, la gracia y el amor. Él es el Cordero, su sangre fue derramada para que todos nosotros fuésemos limpiados de nuestros pecados, fuésemos redimidos, que todas nuestras culpas tuviesen el perdón. Por ello hermano y hermana, debemos reconocer que si bien es cierto nosotros fallamos todos los días, hubo Uno que vino en el nombre del Padre y del Espíritu Santo que no falló, que nunca incumplió, y que aún así pagó con su vida todas nuestras fallas y nuestras culpas. Esa razón hace que nos mantengamos alegres. Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria porque han llegado las bodas del Cordero y su esposa se ha preparado. Jesucristo vino al mundo pecaminoso a restaurar la Humanidad rebelde y devolverla a Dios. En su persona y en su obra se manifiesta ese incomprensible amor de Dios, todos los creyentes gustan adueñarse de las palabras de Pablo y exclamar ¡Me amó y se dio a sí mismo por mí! Ese perfecto amor, que lo llevó al sacrificio que es también el modelo para el matrimonio: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la Iglesia”, según se lee en la Palabra del Señor en Efesios 5:35. Entonces, hermano y hermana, el amor de Cristo es mucho más maravilloso que cualquier cosa aquí en la tierra, que el amor matrimonial inclusive. Cuando se termine la obra de Dios en el mundo y nuestras luchas terminen aquí, entraremos al gozo estupendo del amor pleno de nuestro Señor Jesucristo. Vestido en justicia inmaculada, el pueblo de Dios, su iglesia, será la esposa sin mácula para Cristo victorioso, serán las bodas del Cordero que quitó el pecado del mundo. En lo más profundo de su corazón, el deseo primero de todo creyente es poder llegar y estar presente en las bodas del Cordero, esto tiene efecto en la vida actual, porque cada acto en el hogar, cada palabra que pronunciamos, cada elemento en la vida matrimonial debe ser una escuela de preparación para el gran día final, la alegría y el gozo final que anhelamos y esperamos. Ánimo… gozo… ¡alegría!.
N O T A D E L A U T O R
Amigos y amigas, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- “DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO”. ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela.
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