ORACIÓN “AMOR MILAGROSO”

ORACIÓN “AMOR MILAGROSO”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
TOMADA DE SU VERSIÓN ORIGINAL JUEVES 12 JUNIO DE 1997.
TRALADADA A LA RED EN DOMINGO 19 DE ABRIL DE 2009.


(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…” que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radio eléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).
Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González publicada: DOMINGO 19 DE ABRIL DE 2009.


O R A C I Ó N


Te admiro Jesús de Nazaret. Los hombres buscan títulos para ser vistos de la gente. Los hijos de los pobres no tienen púlpito eficiente. Dame tu luz oh carpintero, para decir mi verso humildemente. Dame el espíritu de Juan El Bautista. La luz salmodia la fidelidad. Fidelidad del día que levanta con la brisa. Mi corazón así despierta, con la palabra y con la vida. Infúndeme el espíritu de Juan por la verdad y la justicia. Qué ni la carne ni la muerte me aparte de tu orilla. Parte el pan y dame de comer. Del silencio te brota la mirada y del amor te nace el buen regalo. El hambre y el dolor del pueblo, arrancan signos de tus manos. Tus labios multiplican panes y la tierra florece de milagros. Dame señor, saber multiplicarme en pan caliente del necesitado. Enséñame a buscar silencio para orar. Te gusta señor desaparecer. Tras el milagro buscas el silencio y ante el aplauso te retiras a la sombra del huerto. Hoy sigues desapareciendo en vino y pan de sacramento. Dame señor la gran sabiduría de retirarme a tiempo. Amén y amén...



COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)


Qué bueno es conversar con el señor y entender su presencia amorosa en todas y cada una de las situaciones de nuestra vida. Por ello es importante en esta mañana hermanos ,recordar la palabra del señor del evangelio de San Lucas capítulo 7 versos 1 al 10, que nos dice: cuando Jesús terminó de decir todas estas cosas al pueblo, entró en Cafarnaúm y había allí un centurión que tenía un sirviente enfermo ,a punto de morir, al que estimaba mucho. Como había oído hablar de Jesús, envió algunos ancianos judíos para rogarle que viniera a curar a su servidor, cuando estuvieron cerca de Jesús ,le suplicaron con insistencia diciéndole : el merece que le hagas ese favor ,porque ama a nuestra nación y nos ha construido la sinagoga, Jesús fue con ellos y cuando estaba ya cerca de la casa ,el centurión le mandó decir por unos amigos: señor no te molestes, porque no soy digno de que entres en mi casa, por eso no me considerare digno de verte personalmente. Basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque yo, que no soy más que un oficial subalterno, pero que tengo soldados a mis órdenes cuando digo a uno ve, el va , y cuando digo al otro ven, el viene, y cuando digo a mi sirviente que debe hacer esto ,el lo hace .Al oír estas palabras Jesús se admiro de él y volviéndose a la multitud que lo seguía ,les dijo: yo les aseguro que ni siquiera en Israel he encontrado tanta fe. Cuando los enviados regresaron a la casa, encontraron al sirviente completamente sano. Esta es la palabra de Dios. Y en esta palabra el señor, se nos enseña que el amor hace milagros. Un hombre suplica a Cristo. Los amigos de ese hombre interceden por el, diciendo merece que lo ayuden y le dicen al señor, que ese sirviente merece salvarse y le dicen que el amor de ése sirviente por Jesús, es la prueba de la fe. Y Cristo también ama y complace, sin discutir se va con ellos, Jesús ama también al centurión suplicante, ama al siervo querido por el centurión y así en un ambiente de amor, Cristo hace el milagro, el siervo fue curado. Hermanos y hermanas, cuantos milagros pueden hacerse realidad, si nos acercáramos a Cristo, envueltos en el mas puro amor . Cuántas súplicas desatendidas porque no hemos puesto el verdadero amor .Muchas veces nosotros suplicamos a Dios sinceramente, pero partiendo de intereses muy egoístas. Oramos para complacer asuntos personales. Intentamos utilizar a Dios. Pero aquí se trata de orar por un siervo del centurión, ora el centurión y lo hace por afecto, oran los amigos y lo hacen también por afecto .Y este amor fortalece la fe. Cristo hace el milagro por la fe .Aprendamos pues hermanos y hermanas a purificar nuestras súplicas que nos mueva el amor más puro. Dios que es amor, que entiende lo que es amar ,estará de nuestra parte .. Ánimo, gozo, alegría...




ETIQUETAS: soldados subalternos, mandar con autoridad, orar sin manipulación,










N O T A D E L A U T O R
AMIGOS Y AMIGAS, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- “DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO”. ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela.