lunes, noviembre 24, 2008

ORACIÓN " AMA "

ORACIÓN "AMA"
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
TOMADA DE SU VERSIÓN ORIGINAL JUEVES 23 DE OCTUBRE DE 1997.
TRALADADA A LA RED EN LUNES 24 NOVIEMBRE DE 2008.
Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor
LUNES 24 DE NOVIEMBRE DE 2008.

(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…" que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radioeléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).



O R A C I Ó N

El amor se da sin medida, no ofende al amado, lo respeta, desea su bien y no espera nada a cambio. Dios ama al hombre incondicionalmente. El hombre debe amar a Dios viendo en cada ser humano su imagen. Amar es morir a uno mismo para encontrar a Dios vivo, en el propio corazón y dar vida a otros. Amén y amén...

COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)

Hemos alabado y bendecido al señor y en esta mañana con la cual iniciamos un nuevo día, es oportuno recordar que el amor es el centro de nuestra vida. Donde hay justicia hay paz. Donde hay paz, hay amor. Donde hay amor está presente Dios. Porque Dios y amor son sinónimos. Amor y Dios, Dios y amor es un binomio indisoluble. El amor es la más fina manifestación de Dios. Quien ama nunca ofenderá al amado, antes por el contrario lo respeta y siempre deseará su bien ,sin esperar nada cambio, porque el amor puro es un amor desinteresado, es un amor que no espera nada cambio en consecuencia no es una inversión. Hay quienes aman y esperan una retribución. Es decir se ama a una persona, pero se espera de ella que de alguna forma nos retribuya en favores, en afectos o en cuantas otras cosas mundanas, ese amor que le hemos ofrendado. Y en esta mañana hermano y hermana que me estás escuchando, es bueno que entendamos que amar es morir a uno mismo, para encontrar a Dios vivo. Es una entrega incondicional. Es dar la vida por otros. Es difícil. La manifestación más evidente de ello es la entrega de Jesús por nosotros. Qué precioso es tener a alguien que te ame. Qué precioso es tener una persona o muchas personas a las cuales tú puedas amar. Que más amor que dar la vida por un amigo. Cristo nos dio su vida por nosotros y nosotros debemos aprender a amar ,para dejar a un lado nuestras mezquindades humanas. Debemos ser generosos y entregarnos totalmente. A veces somos demasiado mezquinos, pasamos con prolija estrechez nuestras acciones, nos cuesta dar, vemos si los grandes ideales son de alguna manera retributivos de nuestras apetencias. Comprendemos las sublimes empresas, pero al querer poner nuestras manos en la obra, no brindamos más que pequeñeces. No es que no amemos las cumbres, no amamos el dar, y menos quedarnos por entero. Andamos midiendo las concesiones con la mano de la avaricia y nos sangra cada desprendimiento. Pareciera que fuéramos dejando el corazón a girones en las manos de Dios, en cada ofrecimiento. No nos animamos a ofrendárselo todo, se lo damos por parte .Esta es la causa por la cual nuestros triunfos son tan pocos y tan pequeños. Somos mezquinos. Nos espantan los heroísmos, los sacrificios y los desprendimientos .Nos horroriza arrancarnos el corazón para ponerlo en manos del amado, preferimos ir dándoselo a pedacitos y hasta hacernos a veces los olvidadizos. No es extraño entonces, encontrarnos con frecuencia con las manos vacías. Nos faltó generosidad y Dios no nos prodigó la abundancia de sus gracias. Hermano y hermana que me escuchas, se como el ánfora que se da toda bajo la fuente que brota y verás como el corazón se llenará de todos los tesoros, de las aguas puras y de toda la fecunda inmensidad de Dios. Animo, gozo, alegría...




ETIQUETAS: olvidadizos, pequeñeces, apetencias, desprendimientos


N O T A D E L A U T O R
AMIGOS Y AMIGAS, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- "DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO". ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela.

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