jueves, septiembre 10, 2009
ORACIÓN “DESEAR LA LECHE ESPIRITUAL”
ORACIÓN “DESEAR LA LECHE ESPIRITUAL”
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA-AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADA Y PUBLICADA EN JUEVES 10 DE SEPTIEMBRE DE 2009.
O R A C I Ó N
Escuchemos las enseñanzas de la escritura sagrada, para que podamos vivir y crecer para la salvación eterna, recordar que debemos: cumplir el designio de Dios: en cuanto a : “Rechazad, por tanto, toda malicia y todo engaño, hipocresías, envidias y toda clase de maledicencias. Como niños recién nacidos, desead la leche espiritual pura, a fin de que, por ella, crezcáis para la salvación, si es que habéis gustado que el Señor es bueno”. Amen y amen… (Fragmentos de la Primera Epístola de San Pedro, capítulo 2)
C O M E N T A R I O
(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)
Es tan acentuado el desapego y la indiferencia que el hombre de la sociedad actual exhibe en relación a Dios y todo aquello que se relacione con el lado espiritual de las cosas; que se le considera buena persona, o buena gente, a quien no causa problemas, no obstante carezca de solidaridad, de tolerancia y de buena disposición para ayudar al necesitado, al que vive con algunos problemas, al indigente, al desprotegido, en fin al prójimo. Algo así, como sino te metes con nadie, sí dejas que cada quien viva su vida sin importarte que su proceder o actitud sea perjudicial y dañosa para otra persona, aún con estos patrones de conducta, serás considerado como buena persona. Porque en el mundo de hoy, basta la circunstancia de vivir y dejar vivir a los demás, para que se te considere un buen tipo. Ahora bien, estos códigos, patrones o modos de medir la moralidad, la conducta, la actitud y la bonhomía o maldad de los seres humanos, no es suficiente para agradar a Dios, y mucho menos para evidenciar el cumplimiento de sus mandatos y enseñanzas. Es imperativo para la persona que se precie de ser un buen ciudadano, un cumplidor de sus obligaciones familiares, sociales o públicas, que se precie de profesar la fe cristiana católica, tener que rechazar categóricamente las tentaciones que el demonio nos presenta. En consecuencia hay que manifestar nuestro rechazo contundente a la vanidad, a la maledicencia, a la hipocresía, al engaño, a la mentira, al fraude, a la intención temeraria, al ánimus dagnandi, a la malicia a la inmoralidad etc. En razón de lo que hemos indicado, también se impone un cambio profundo y una transformación interior total en nosotros. Jesús en su predicación les recordó a sus discípulos que si no se hacían como niños no podían entrar en el reino de los cielos. De allí que el apóstol San Pedro nos diga en su primera carta lo siguiente: " Como niños recién nacidos, desead la leche espiritual pura, a fin de que, por ella, crezcáis para la salvación, si es que habéis gustado que el Señor es bueno". Esa leche espiritual es el soplo transformado en la palabra de Dios, la cual debemos sorber, tomar y asimilar para nuestro enriquecimiento emocional, conciencial y de sabiduría, para poder comprender y entender las grandes proezas, riquezas y portentos del señor. Animó, gozo, alegría...
ETIQUETAS: leche espiritual, sorber, crecer,
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