ARTÍCULO."¿EL VECINO ES TU HERMANO?
POR PROF. DR.MERVY ENRIQUE GONZALEZ FUENMAYOR.
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA .AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADA Y PUBLICADA EL SÁBADO 25 JULIO 2009.
Antes de abordar las presentes reflexiones sobre la naturaleza de las relaciones vecinales, es necesario partir del significado de lo que el diccionario de la real academia de la lengua española entiende por vecino:
vecino, na.l lat. vicīnus, de vicus, barrio, lugar).1. adj. Que habita con otros en un mismo pueblo, barrio o casa, en habitación independiente. U. t. c. s.2. adj. Que tiene casa y hogar en un pueblo, y contribuye a las cargas o repartimientos, aunque actualmente no viva en él. U. t. c. s.3. adj. Que ha ganado los derechos propios de la vecindad en un pueblo por haber habitado en él durante el tiempo determinado por la ley. U. t. c. s.4. adj. Cercano, próximo o inmediato en cualquier línea.5. adj. Semejante, parecido o coincidente.~ mañero.1. m. El que en el siglo XVIII, conservando su vecindad, buscaba otras nuevas con el objeto de no sufrir las cargas vecinales en ninguna y disfrutar de las ventajas en todas.medio vecino.1. m. El que tiene el derecho de media vecindad.Real Academia Española © Todos los derechos reservados.
Como bien podrá apreciar el lector, son múltiples y variadas las acepciones que el vocablo vecino posee. Sin embargo todo apunta a un mínimo común denominador: EL VECINO ES :como el más cercano a ti, como el más próximo, como el más inmediato en cualquier línea, es decir no existe diferencia alguna entre los integrantes de un grupo que comparte periódica y frecuentemente sus actividades cotidianas, viviendo en el mismo sector, en el mismo asentamiento urbano o rural y compartiendo igualmente las vicisitudes del diario vivir. De allí que cuando se habita en un vecindario, urbanización, barrio, comunidad asentamiento de población se dice que el próximo a ti ,es vecino y en consecuencia si bien no tienes la obligación de saludarlo ni de dirigirle la palabra, la prudencia, el sentido común y las normas de convivencia humana imponen que de vez en cuando "dar las horas del día" ,”dirigirle un saludo”, aunque no sea “sincero” ese saludo , a la larga esos actos se convertirán en una costumbre . De manera que, de ese simple acto se podrían originar algunos nexos que pudieran cimentar el nacimiento de una amistad, seguida por un eventual compadrazgo y con el tiempo la consolidación de una fraternidad. Por ésa razón se repite, de manera incesante en todas las sociedades del mundo, que tu vecino es decir tu próximo, tu prójimo, es tu hermano. Cuando se escudriña la palabra de Dios y el lector se detiene en los evangelios a buscar las enseñanzas del Maestro Jesús, se dará cuenta que el hijo de Dios, Jesús de Nazaret, al ser interrogado sobre si sus enseñanzas pretendían anular la vieja ley de Moisés, él respondió: yo no vine a abolir la ley, más quien vive por la ley, morirá por la ley. Vine a traerles un nuevo mandamiento, el mandamiento del amor: “amaos los unos a los otros como mi padre os ama”, “amarás al señor tu Dios con todas las fuerzas de tu corazón y al prójimo como a ti mismo. A quien cumple este mandato les serán abiertas las puertas del reino de los cielos.
A los amigos nosotros podemos elegirlos, pero ni a los parientes ni a los vecinos podemos seleccionarlos. Desafortunadamente no se nos pidió nuestra opinión para indicar la clase de familia en la que íbamos a nacer o a pertenecer. Ni mucho menos se nos permitió seleccionar a nuestros vecinos con los cuales eventualmente compartiríamos muchos años de nuestra existencia. Esta dura verdad es la base imperiosa de una realidad: ¿Nos llevamos bien con nuestros vecinos o tendremos que pasar la vida como las hormigas mudándonos a cada rato, por diversas razones, pero fundamentalmente ,en el caso de las hormigas, cuando ésta se ven amenazadas por otros insectos, roedores, los propios seres humanos, por la fuerza del clima, el viento , la lluvia etc.. Tal vez de esas situaciones, de esos escenarios, de esas circunstancias hipotéticas, lo mismo que las hormigas; podríamos convivir con algún vecino que sea extremadamente gruñón o con otro vecino que siendo pacifico ,n embargo sus actitudes y su conducta sea "liberal" .y en consecuencia no le permita que usted dormir cómodamente su siesta, ni pueda dormir su sueño nocturno y reparador, algún otro vecino que urgidos de celebrar su fiesta diaria y al no contar con un motivo, entonces les bastará cualquier motivo para iniciar esa fiesta, jolgorio o novilunio ,para lo cual será capaz de ir a una tienda vendedora de juguetes, para comprar una muñeca de trapo, con el propósito bautizarla ponerle un nombre, haciendo de ello el especial motivo de “la fiesta acostumbrada” de cualquier día Dígame usted si se topa con el vecino cuya obsesión es la limpieza ,lo cual lo convertirá a usted prácticamente en un trabajador más de las organizaciones que se encargan del mantenimiento y ornato de su ciudad. Es decir usted tendrá que dejar de lado algunas de sus actividades habituales para recoger la basura y no incomodar a su “hermano “, a su “vecino”. Con esto no pretendo ser despectivo con quienes realizan esta actividad de ornato que es tan importante como la del científico, para el mejor desarrollo, convivencia y salud de la sociedad. Hay de usted , si en su barriada, en su sector, o próximo a su casa le toca compartir su existencia con vecinos a quienes les encanta antojarse de prestarle herramientas, utensilios, enseres y hasta alimentos, en el preciso momento en el que usted los necesita Entonces tiene usted la elección de actuar como los fuertes árboles : “MORIR DE PIE” o como los buenos soldados : “ MORIR CON LAS BOTAS PUESTAS " .Otra opción es tomar sus cosas, sus cacha chas, sus muebles y enseres, su menaje, y se larga del sitio. Decisión que no es tan fácil tomar, sobre todo porque tampoco es fácil encontrar un nuevo inmueble para alquilarlo, comprarlo y habitarlo. Pero el asunto no queda allí ,porque es probable que esos ejemplos que hemos ofrecido como de su vecino, pudieran aleatoriamente ser sus propia las características y no las del próximo o las del inmediato. Entonces la pregunta es: ¿Quién tiene que irse? Asunto que sucedería si ambos vecinos, o todos los vecinos de una barriada determinada poseen más defectos que virtudes. En este caso como diría mi difunta abuela doña Ana Delia Rubio viuda de González: "AQUÍ SE ACABÓ EL CARBON ".
Paso a citar las siguientes opiniones --- con las que no me solidarizo --- que contienen algunos puntos de interés general:
“Los amigos, uno los elige. Los parientes como los vecinos, no. Cuando vivimos en una villa o un parque residencial, o en una humilde población, nos queda la posibilidad de colocar nuestros enseres en un camión e irnos a otro lugar a buscar una suerte mejor. Cuando se trata de un país, estamos amarrados de por vida al vecindario, nos guste o no nos guste. ¿Cómo tomamos esta larga, angosta y bellísima faja de tierra y la llevamos en busca de vecinos más agradables? Como dice Chesterton: “We make our friends, we make our enemies; but God makes our next-door neighbour” (.“Nosotros hacemos nuestros amigos y nuestros enemigos; pero es Dios quien nos coloca nuestro vecino más cercano” Chesterton, Heréticos, XIV.) Definitivamente es el estigma que Dios quiere que llevemos per saécula saeculórum. Es nuestra cruz como nación.
La palabra vecino deriva del latín vicinus que, a su vez, viene de vicus, que significa “barrio”, “lugar”. La cuarta definición del DRAE nos dice que es “cercano, próximo o inmediato en cualquier línea”. Con nuestros vecinos de barrio nos hablamos o no, puesto que no estamos obligados a ello. Pero siempre habrá uno, por lo menos, con el cual mantengamos una buena amistad y le podamos encargar la casa cuando salimos de vacaciones. Y conversemos y nos tomemos un buen vino acompañado de una grata conversación. Con el tiempo, somos mucho más que eso: somos amigos. Y, como tales, nos respetamos y nos queremos. Nos ayudamos y con nuestra amistad tornamos el barrio cada vez más habitable. Pero el vecino, por más amigo que sea, no puede culparnos de los problemas internos que, por acaso, pueda tener en el seno de su familia. ¿Cómo culparnos si sus hijos no se entienden entre sí o si su mujer le tiró los platos por la cabeza? ¿Nos deja de saludar? ¿Deja de cumplir con sus compromisos morales adquiridos, justamente, por causa de la buena vecindad habida? O, en el peor de los casos, ¿se une a otros que corren su misma suerte, para señalarnos como las siete plagas de Egipto de su deterioro social y moral? Demasiado fácil, vecino, para creerle”.( Los buenos vecinos. Por Alejandro Carreño T.
Recuerdo haber leído algunas situaciones que se le atribuyen a San Jerónimo, y muy específicamente ,alguna vinculada con el Apóstol San Juan .Cuenta San Jerónimo que San Juan, cuando era ya anciano y no podía andar, hacía que sus discípulos le llevasen a la iglesia, y en el camino les repetía siempre el mismo consejo: "Hijitos míos, amaos los unos a los otros". Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿Por qué nos das siempre el mismo consejo?" Y el apóstol respondió: "Porque es mandato del Señor, y si lo cumplís, él solo basta." Si alguien quiere imitar a Jesús, aunque no supiese que la caridad es el mandamiento más importante, igual la viviría, porque está plasmada en todo el Evangelio y Jesús es su perfecto exponente. San Jerónimo lo tenia muy claro, ese debe ser el motivo por que Dios lo hizo santo, lo más grande que nos enseña la Biblia: «el amor a Dios y el amor al prójimo». Los griegos, llamaron a los actores, hypokrites, y esto significaba el desempeñar un papel teatral, viniendo la palabra hypo (hipo), abajo, y kritein, escribir, nosotros utilizamos la expresión hipócrita, para definir al que finge tener ciertos sentimientos, creencias o virtudes. Finalmente debe concluirse que si queremos tener una existencia tranquila, llena de paz y sin muchos problemas, lo mas conveniente es llevárselas bien con el vecino, aunque para ello se deba ceder en muchos casos ,aun teniendo la razón. De otro modopodríamos correr el riesgo de vivir copiando alguna de la mejores tramas de cualquier filme de Alfred Hitcoch,de Steven Spielberg o Frank Coppola.
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