viernes, julio 31, 2009
ARTÍCULO. ¿LA RUTINA CONDUCE A LA RUINA?
ARTÍCULO. ¿LA RUTINA CONDUCE A LA RUINA?
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED VIERNES 31 JULI0 DE 2009.
Antes de iniciar la enumeración de algunas situaciones generadas por o con ocasión de la rutina, deviene en imperativo entender lo que se define como “RUTINA”:
rutina.(Del fr. routine, de route, ruta). 1. f. Costumbre inveterada, hábito adquirido de hacer las cosas por mera práctica y sin razonarlas.2. f. Inform. Secuencia invariable de instrucciones que forma parte de un programa y se puede utilizar repetidamente.( Real Academia Española ).
Conforme a lo anterior es acertado decir que la mayor parte de los seres humanos procura evadir la rutina para que sus efectos no se produzcan. Esos efectos generalmente implican sentimientos asociados con la tristeza, la soledad, la pena, etc. Otros experimentan situaciones vinculadas con la perdida de iniciativa, con el desamor, con el desgano, con la inutilidad, entre otras. Los psicólogos están contestes en su mayoría, en aseverar que la rutina de alguna forma genera en los individuos la sensación de no estar vivos. Quien vive su ciclo vital de manera rutinaria es probable que en algunas ocasiones pueda dejar de ser consciente del tiempo presente en el cual vive, actúan o toman decisiones importantes y trascendentales.
No siempre la rutina conduce a la "ruina existencial". Antes por el contrario los seres humanos, de manera natural gustan de la rutina, porque les permite realizar todas las cosas bien. Ello se debe a que una vez que una actividad se practique lo suficiente, crea una costumbre o hábito de ejecución, lo que permite al individuo, no desarrollar esfuerzo alguno para concretar aquellas tareas. De ese modo la persona se siente cómoda en sus actos de rutina al no tener que razonar sobre la actividad que realiza. De allí que se diga que la rutina enerva, neutraliza, hace flexible y a veces nugatoria, la capacidad razonadora e intelectiva del hombre.
El siguiente texto nos enseña una cuantas cosas." ¿Pero qué pasa si intentamos cambiar la rutina? Resulta fatigoso porque tenemos que prestar atención a todo lo que estamos haciendo. En consecuencia algunos automatismos son necesarios para no volvernos locos.
La posibilidad de valernos de los automatismos hace que muchos extiendan esta actividad a todos los ámbitos de su existencia, porque es más cómodo, y eso si que es peligroso, porque quiere decir que como seres humanos ya hace rato que están muertos. ¿Por qué los seres humanos usamos esta forma de hacer las cosas? Seguramente por una cuestión de economía de tiempo, porque resulta más rápido que estar pensando en cada uno de nuestros movimientos y en cada una de nuestras palabras ante una situación. ¿Pero es realmente tan desagradable y aburrida la rutina como pensamos?
Si observamos cómo se conduce nuestro cuerpo en forma natural sin utilizar nuestra mente podremos comprobar que desde que nacemos puede realizar todas sus funciones de la misma manera y de la mejor forma, como una máquina. Sólo modifica alguna de sus funciones cuando nuestra mente se aburre de la dieta saludable y entonces pagamos las consecuencias debido a trastornos funcionales.
Nuestro cuerpo es rutinario, es más, adora la rutina de los hábitos que le permiten funcionar bien. Los niños aman la rutina, principalmente los más pequeños que aún no han creado condicionamientos mundanos. Sufren cuando no se respetan sus horarios y también cuando no están en su propia casa o con extraños. Los adultos también sufren con los cambios que tanto desean. Cada vez que salen de vacaciones sufren desarreglos intestinales que la mayoría atribuye al agua, al aire, las comidas afuera o al sol, pero lo que sucede es que el cuerpo siente que se ha cambiado una rutina a la cual estaba acostumbrado para realizar sus funciones normalmente. Lo que más extrañan las personas que quedan viudas, siendo ya mayores, son las rutinas. Ninguna de ellas se acuerda de los viajes que hicieron ni de todas las salidas y diversiones que compartieron; sino de la hora del desayuno, la del almuerzo o la cena en casa; y entrar a sus casas donde vivieron tantos años sabiendo que esa persona desaparecida no va a volver suele ser la experiencia más devastadora.
Esta reflexión sobre la rutina nos enseña que no es necesario pretender desterrarla totalmente de nuestras vidas, sino que como todo, requiere que seamos selectivos y utilicemos los automatismos para lo estrictamente necesario tratando de prestar atención, para no vivir todas nuestras experiencias funcionando con el piloto automático. Cuando la rutina agobia, es la señal de la conciencia que indica, que hay que empezar a ser más creativo también con lo cotidiano." (Tomado del sitio en internet Psicología en la Guía 2000).
No obstante lo señalado anteriormente, otro sector de especialistas y psicólogos, consideran que la monotonía, la rutina, ensombrecen el espíritu humano y envejecen al corazón. De modo que el ser humano que pretenda mantenerse activo, entusiasta y predispuesto para la acción y el logro de grandes empresas, así como la culminación de grandes proyectos, debe por fuerza de la circunstancia, impedir que la rutina lo haga su principal amigo o cliente. Mi opinión como ser humano, que no como especialista, es que cada uno de nosotros tiene que - - - sino quiere ver su espíritu quebrantado - - - crear para cada día la trama, el proyecto, las ruta, el esquema de ese día. Debe soñar, desarrollar su imaginación en las cosas que desea lograr. Darle fuerza a esa representación mental, y "vivirla como si ya estuviese en el presente". Es muy útil recordar lo que el señor Jesús nos legó a través de las enseñanzas a sus discípulos, contenidas en los evangelios: una de esas enseñanzas nos recuerda que, no basta con pedirle al señor a través de la oración y con mucha fe, las cosas que deseamos, es imperativo y necesario que una vez que hayamos orado, creído y alejado toda duda, vivir como que si ya tuviésemos en el presente, lo que aún está en el futuro. "Es actuar como si lo tuvieras".
Otra recomendación que los expertos nos hacen es que debemos ser positivos, crear en nosotros representaciones mentales relacionadas con la alegría, con la paz, con el éxito, con el triunfo, con la prosperidad y con la vida feliz. Por el contrario deben desterrarse los pensamientos y sentimientos negativos. Los pesimistas, las personas tristes, los que se siente inferiores, los que creen que todo les saldrá mal, forman parte del indeseable grupo de personas invadidas por la enfermedad social , a veces emocional y psíquica de la rutina. Los más vulnerables son aquellos que no practican ningún tipo de fe, son los "ateos", son los soberbios, los prepotentes y los autosuficientes. Mantenerse alejado de Dios es decretar el triunfo de las consecuencias que generan en el individuo la monotonía y la rutina. Es el decreto de muerte de las iniciativas, de las actitudes positivas, de las expectativas y de las esperanzas. La rutina no es totalmente negativa, en tanto y en cuanto nos permita hacer las cosas de manera excelente. Lo que no podemos permitir es que esa rutina nos haga autómatas, que liquide nuestros deseos de imponernos nuevas metas, planes y objetivos.
ETIQUETAS: creído, ateos, sentimientos negativos, prosperidad,
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